ISBN 0124-0854
N º 186 Abril de 2012 de este libro de Fábulas y verdades, así lo demuestra.
Infortunadamente, el libro no llegó a salir a la luz pública en los Estados Unidos y sólo en 1893, estando ya en Colombia, se publica una selección de fábulas y cuentos en el primer número de la colección Biblioteca Popular, editada por Jorge Roa.
Un nuevo método de lectura
En todos sus proyectos, el creador primó por sobre el educador. Inventa un Nuevo método de lectura, en el cual elabora un verso por cada letra del alfabeto. Cree en las bondades de la poesía, tanto de la fuerza de las imágenes poéticas, como de la eficacia del ritmo y de la rima para grabar en la memoria lo que se quiere aprender. infatigable mientras esté escuchando el canto de quien lo guía y ajusta su andar al ritmo de ese canto, el niño gusta del canto de su nodriza, se adormece con él, y los cambios de su ritmo lo perturban mientras no entre en profundo sueño. Con este ejemplo, Rafael demuestra la eficacia del verso para la enseñanza. A los niños les atraen los versos, les gustan, los repiten por placer y se les fijan indeleblemente en la memoria. De aquí que el pueblo busque algo de ritmo y consonancia para sus proverbios, para la cristalización de su ciencia, experiencia y reglas de vida; de aquí también su carácter contagioso e imperecedero. De estas reflexiones nace el Nuevo método de lectura.
En su método, Rafael se adelanta a las actuales teorías sobre el papel que juega la ilustración en los libros para niños, sobre todo en la función que cumple como apoyo al aprendizaje lector, partiendo de un acertado conocimiento de la psicología y el comportamiento del niño.
En el prólogo a la cartilla presenta su método como algo novedoso y original, producto de la observación de los rasgos de carácter y de las aptitudes naturales distintivas de la infancia. Para el poeta-pedagogo, el niño comporta desde que nace un fuerte sentimiento del ritmo, de la cadencia y la medida de la palabra. Compara al niño con el camello, y así como este animal es
También escribió una Cartilla ilustrada siguiendo los mismos principios, pero más corta y variada. Por su parte, la Cartilla objetiva o alfabeto imaginario comienza así:
Letras son las mudas que hablan; Almas pintadas que vuelan