Agenda Cultural UdeA - Año 2012 ABRIL | Page 38

ISBN 0124-0854
N º 186 Abril de 2012
España( Bastin, 2006).
Luego, un buen número de políticos de América del Sur se interesaron por otros temas, tales como el sistema educativo norteamericano. El caso más visible es el de Domingo Faustino Sarmiento( 1811-1888), hombre de letras y político argentino que se consagró, durante su estancia en los Estados Unidos, al estudio del sistema educativo norteamericano: como diplomático, escribió libros sobre la educación y, una vez presidente de la república argentina, implementó varias ideas en su país( Orjuela, 1980). El trabajo de Rafael Pombo reviste una importancia considerable porque se considera al poeta colombiano como un hombre clave para comprender cómo se dieron los intercambios entre las Américas en el siglo XIX. En efecto, la educación y la literatura norteamericana serán temas de interés para los hispanoamericanos.
Para comprender mejor esto, utilizaremos el concepto de“ embajadores de la cultura”, propuesto por la investigadora norteamericana Kirsten Silva Gruesz( 2002). El“ embajador cultural” pone de manifiesto una situación de“ interculturalidad” de los hombres de letras hispanoamericanos en el siglo XIX, y Colombia no es la excepción a la regla 4. Estos
hombres letrados cumplieron un papel como diplomáticos y vivieron en un ambiente que permitió el contacto entre los Estados Unidos y la América hispánica. La situación sociocultural de los Estados Unidos en el siglo
XIX tenía todas las características de una sociedad donde las fronteras eran débiles. Por diversas razones, los hombres letrados se desplazaron“ hacia el norte”. Las grandes ciudades como Nueva York se convirtieron en cruces de caminos donde se asentaron los primeros rastros de una presencia“ latina” fuerte que marcó la cultura norteamericana. Por otra parte, estos hombres comenzaron a establecer múltiples relaciones con el nuevo espacio y, por consiguiente, los contactos tuvieron como resultado diversas situaciones: los rastros escritos en las zonas de contacto( las fronteras físicas como Nuevo México o California, o las ciudades que alojaron grandes comunidades hispanohablantes tales como Nueva York o Los Ángeles). Otra situación descrita por Silva Gruez es la que denomina contactos“ transamericanos” y“ transatlánticos” que puede ilustrarse a partir de las redes de publicaciones y las relaciones de mecenazgo, entre ellas la traducción, que es vista por la autora como una forma de“ pensamiento transamericano”. Estos contactos son entonces una prueba del“ tráfico transnacional en letras”.