ISBN 0124-0854
N º 182 noviembre de 2011 la responsabilidad de proteger la esencia de Los Corraleros , sin desmedro de su proyección artística .
— Me gusta , pero no son Los Corraleros dijo Fuentes , y aprobó .
— Yo llegué a Los Corraleros a aportar mis ideas .
En efecto , desde el inicio su cometido fue superar las fronteras de la Costa Caribe y del país .
— Pensaba en una propuesta más rumbera , ratifica .
Para lograrlo , requería otra instrumentación . Entonces , sin reato alguno , incluyó el bajo electrónico , con lo cual enriquecía la armonía — los obligados de bajo fueron magistrales en La burrita y otras piezas — y , en busca de otra sonoridad , reemplazó la caja por el timbal , no obstante algunos escepticismos .
El L . P . salió al mercado una semana después , y los nuevos Corraleros de Majagual se fueron de gira por el mundo , con rotundo éxito . El rey extendía sus dominios . Mientras Los Corraleros pisaban tierras extranjeras , por los caminos viejos y polvorientos de la Sabana , Alejo “ El grande ” avanzaba hacia el Valle de los Santos Reyes , donde coronarían al primer Rey de la Leyenda . Competiría con otros como él , pero Alejo tenía lo suyo . Una mujer que encontró en una posada del camino le vaticinó el triunfo :
—¡ Usté sí que tiene concha ! ¿ Piensa que le ganará a Luis Enrique Martínez o a Alejandro Durán ?
— Escuchemos qué nos trajo Beethoven — dijo irónicamente Chico Cervantes cuando el director se aprestaba a presentar su maqueta ante las directivas de la disquera y ante los músicos .
— Suéltela pa ’ que se defienda bailó sola en aquella difícil prueba y salió airosa , recuerda Lisandro .
Aquella noche de abril , en la tarima festivalera , Alejo ornamentó con sus atributos el canto ancestral y su toque evocó los sonidos del campo y de la vaquería , y también el gusto de la gaita , del tambor y del pito travesero . Ahora la figura mítica de Francisco el Hombre se replicaba en la imagen de ébano del Rey de la Leyenda .