ISBN 0124-0854
N º 182 noviembre de 2011
III .
Lisandro Meza Márquez nació en 1939 en el corazón de la música de sus ancestros . Rosa Barreto , su abuela , una mujer morena , espigada y agraciada , tenía la bien ganada fama en la comarca de ser excelente cantadora de bullerengues y pajaritos , y excelsa bailadora de cumbias . Sus tíos Nica y Pribilerto Márquez eran músicos tamboreros . Sus amigos también lo eran . Del ambiente aquel brotaba música ; las piedras y los palos del camino y los objetos de desecho escalaban talentosamente las líneas de ese primitivo pentagrama hecho de tradición y de naturaleza virgen . Sólo hacía falta un líder capaz de sacar esta música primordial de su trilla .
Los Márquez eran de por ahí cerca , de Morroa , y los Meza de San Andrés , un pueblo cercano a Córdoba , Bolívar ; allí nació su padre Raimundo . Su madre , Victoria , era piñalera . Lisandro fue el cuarto de ocho hermanos ; de ellos , el menor , Jorge , es hoy día reconocido acordeonista radicado en los Estados Unidos . Mélida Díaz , su madrina , fue su maestra de primeras letras , hasta cuando su padre marchó con él para El Difícil , población a orillas del Magdalena , rumbo a La Armenia , una finca de su propiedad .
Raimundo Meza era aserrador y tenía una cuadrilla de ciento cincuenta hombres .
En La Armenia , Lisandro no sólo acompañó a su padre , sino que responsablemente cuidó de sus intereses : vigilante , permanecía en el rancho mientras Raimundo y los peones laboraban en los aserraderos . Entre ellos , uno llamado Pedro Socarrás , oriundo de San Ángel , Magdalena , era acordeonista , cualidad que lo hacía merecedor de un especial reconocimiento . Había llegado a la finca con un viejo acordeón de dos teclados en una pequeña maleta . Cuando Pedro salía al aserradero , el acordeón , supuestamente , quedaba resguardado . En la calma de aquellos tiempos , su dueño nunca llegó a imaginar que aquel jovencito imberbe podía idearse la manera de usurpar su bien más preciado , pues no contaba con que la magia del instrumento pudiera hacer mella en el espíritu de aquel muchacho , cuyo único mérito era el de ser el hijo del patrón . Pero , en Lisandro la inquietud de saber el origen de sus músicas se iba convirtiendo en obsesión . Inventó entonces un rústico , pero eficaz sistema , una ganzúa , con la cual podía burlar siempre que quería la seguridad de Socarrás .