ISBN 0124-0854
N º 176 Mayo de 2011 disgregados en distintas edades y clases sociales , o viven resguardados en la protectora y a veces nefasta sombra de la academia , y no forman una clase social definida . No conforman un target que le sirva a ningún mercadotécnico ( y por lo tanto a ningún político ). No hay un claro arquetipo que los identifique , y por lo tanto no pueden ser blanco de ataques de envergadura , ni culturales ni políticos , ni de estrategias de consumo masivo . Pero algo de ese espíritu sí se ha consolidado en esta sociedad en la década uribista , con su desmedido elogio del self-made man , del hombre berraco que hace plata porque es vivo , es astuto y sabe engañar . A ese arquetipo uribesco no le interesa en lo más mínimo educar su espíritu . No se enfrasca en una lucha de clases porque lo único que quiere es ascender en la escala social : hacer dinero para parecerse a los ricos que , total , no tienen tampoco en su perfil sociológico a la cultura como una característica de clase .
Y guardadas las distancias , lo que aquí sucede sí es algo sobre lo cual vale la pena reflexionar .
Marianne Ponsford es la directora de la revista cultural Arcadia en la que publicó este breve artículo en noviembre de 2010 . Lo reproducimos en Agenda Cultural Alma Máter con su autorización .