ISBN 0124-0854
N º 176 Mayo de 2011
Miserias de la cultura
Mario Yepes Londoño
Me proponen un escrito sobre la decadencia de la cultura . Pues bien , lo haré sobre lo que tengo más a mano : la decadencia , ya casi imparable , de la cultura en la universidad pública y en la que más me duele : la Universidad de Antioquia . El propósito tiene muchos aspectos posibles , todos urgentes y me gustaría tocarlos en algún momento . Hoy quiero escribir sobre la conformidad con lo rastrero y lo mediocre que se ha instalado hace mucho tiempo entre nosotros .
Durante siglos se mantuvo la discusión , iniciada por los griegos , sobre el carácter de la Cultura ; sobre si ésta representaba “ el estado de naturaleza ” o el de civilización ( al cual se le reclamaba exclusivamente la pertenencia del concepto de cultura ) e , incluso , si había que distinguir en el concepto de naturaleza la física ( y sólo el mundo circundante ) y la humana ; y , aun , si era necesario distinguir entre “ estado de naturaleza ” ( lo que existe espontáneamente en el mundo físico incluido el humano , el de la vida ) y el que resulta por convención , por norma o ley . Podríamos extendernos en cualquier dirección ; hay una , también urgente , que me toca directamente , por deformación profesional , que es la distinción entre
cultura y arte , pero ésta es sólo una parte del problema .
Volvamos a lo iniciado : cualesquiera sean las definiciones o el concepto que se tenga de la cultura , la universidad está obligada con ellos . La universidad tiene varios roles que cumplir : reconocer la cultura de todas las procedencias , acogerla en su seno como madre fecunda ( alma máter ) y fecundarla , nutrirla ( alma en latín también es nutricia ) durante la gestación de los que la habitamos ( algunos nunca queremos ser paridos del todo , o por lo menos aspiramos a mantener un generoso cordón umbilical con ella para cumplir una función social , también fecunda ; no para agotarla con una gestación infinita que termina con un parto de los montes que ya se sabe en qué consiste : dar a luz un ratón ; en esa gestación , la universidad pare nuevos productos culturales : se le reclama que sean de alta elaboración , de rigurosa utilidad para la sociedad , no sólo en el terreno estrictamente material de la supervivencia física de los seres humanos a quienes se debe , sino en todos los ámbitos del espíritu : la creación de la excelencia .
Por eso , a la Universidad nada humano le es ajeno ; al reconocer la cultura que la rodea ( en círculos que van desde lo inmediato de su entorno hasta los más