ISBN 0124-0854
N º 178 Julio de 2011
En cuanto al primer tema, se requeriría de mayor espacio para analizar en detalle las características del modelo chino, pero las cifras hablan por sí solas de su éxito: tasas de crecimiento económico por encima del diez por ciento o cercanas a esa cifra durante las dos últimas décadas, balanza comercial favorable con las principales economías del mundo, acumulación del mayor volumen de reservas internacionales, exportación neta de mercancías y de capital hacia todos los rincones del mundo, teneduría privilegiada de bonos del tesoro de los Estados Unidos, y reducción significativa de la pobreza, entre otras.
El desenvolvimiento económico de China y sus tendencias nos permiten plantear una hipótesis respecto del segundo asunto a tratar: si bien puede conocer periodos o fases de desaceleración relativa, el vertiginoso ascenso de China se mantendrá en el tiempo hasta llegar a constituirse en la primera economía del mundo, desplazando de ese lugar a los Estados Unidos, hecho que la mayoría de analistas vaticinan para el año 2020. No obstante, esa senda de crecimiento económico puede verse atenuada por dos tipos de dificultades: una, de orden interno, referida al acelerado envejecimiento de la población y a la disminución del crecimiento demográfico por efecto de su política de“ hijo único”; y otra, de orden internacional, asociada a la amenaza que podría significar la economía del
© Catalina Montoya
otro gigante asiático, India, y la dura competencia con los bloques económicos históricos, los Estados Unidos y la Unión Europea.
Creemos, sin embargo, que a pesar de conquistar el primer lugar en la economía mundial, dicha condición no le asegurará a China un papel de hiperpotencia única, como la que le ha correspondido a los Estados Unidos. Nos inclinamos a pensar que si bien China tendrá cada vez un mayor protagonismo en los acontecimientos mundiales, dicha influencia deberá ejercerla en un mundo cada vez más multipolar en el que nuevos países han emergido como actores de importancia y en el que se observa un proceso de aglomeración de muchos de esos países en torno a nuevos bloques económicos y políticos.