Agenda Cultural UdeA - Año 2011 FEBRERO | Page 7

N º 173 Febrero de 2011
De sus reacciones se desprendía que no sabía nada de relaciones sexuales ni de reproducción.
El médico le explicó que tenía varias opciones; podía dar a luz al bebé, optar por un aborto o dar al niño en adopción.
Entonces el médico sugirió dar al niño en adopción. Tras unos minutos de titubeo, rechazó también esa opción.“ He cometido un error— dijo ella—, debo asumir la responsabilidad”.
La consternación en la joven era patente.“ Sólo llevo un mes aquí— gritó histérica—, no puede ser. Mi familia ha invertido mucho dinero para hacer posible mi viaje a Holanda y ahora les recompenso con esto. Soy una vergüenza para ellos. Esto no puede ser. Me tengo que esconder”.
Cuando el médico le indicó la posibilidad de un aborto— era aún factible—, ella dijo:“ No, no, no, me he apartado de la gracia de mi familia, y no quiero quedarme sin la gracia de Alá matando a mi bebé”. No quería abortar. Imposible negociarlo.“ Voy a arder en las llamas del infierno”.
Según el Islam un embarazo fuera del matrimonio es ciertamente motivo de gran escándalo para la familia, aunque a los ojos de Alá aún es aceptable. Pero el aborto, matar a un bebé inocente, es un pecado mortal para el que no existe perdón posible.
Ayaan Hirsi Ali. Fuente: http // www. radical. es / links. php? ccat _ i = 80
Así pues, el médico añadió que debía acudir a controles periódicos y que podía recibir ayuda psicológica. Cuando él le propuso que el padre de la criatura la acompañase, ella accedió. De ahí dedujimos que a ella el muchacho le gustaba.
Esta chica no sabía nada de nada. Nunca recibió ningún tipo de educación sexual porque, según su cultura, era innecesario. Para el matrimonio el sexo es siempre algo prohibido, ya que se llega virgen al