Agenda Cultural UdeA - Año 2011 FEBRERO | Page 35

N º 173 Febrero de 2011 separa , explicando la negativa a una absolutización de cualquier derecho humano , excepto del primero , la defensa de la vida .
En cada caso concreto deben auscultarse los valores enfrentados , las soluciones que las diferentes justicias operan en la cultura ( la indígena , la alternativa , la autoritaria ) para comprender su impacto cuando se trata de asuntos interrelacionados con la convivencia urbana , no tanto con la rural , pues en las grandes ciudades , en ese archipiélago de objetos , carreras y de grandes multitudes , es donde hierven los conflictos de manera nueva y con mayores consecuencias .
El relativismo cultural implica el estudio de una interculturalidad dialogante , donde se destacan sujetos específicos de derechos humanos : las etnias , las minorías , las mujeres , cuyos alegatos principales apuntan a la comprensión de algunos valores diferentes a aquellos que el sistema capitalista de producción impone día a día : el éxito , el prestigio individual , el dinero , la privatización de servicios públicos y otros . Valores como la ligazón de la tierra a la estructura de personalidad y la cosmovisión sistémica de las etnias o los derechos sexuales y reproductivos sobre los que el feminismo como ideología promueve la autonomía de la mujer para cierta toma de decisiones asociadas a la reproducción y al placer , o los hábitos de minorías colectivas como los gitanos , hoy cuestionados en la Francia de Sarkozy , deben construir tejido
social , deben contribuir a una convivencia fuerte y segura , no solo con miras a enfatizar ciertas diferencias , ni a tolerar por tolerar lo que la epidermis social muestra como actitud comportamental diferencial en estos sujetos .
La interculturalidad genera nueva regulaciones , una valoración positiva del inmigrante y su trabajo , una reflexión sobre unos ciudadanos ( hijos de aquellos ) que nacidos en tierra extranjera serán mañana una composición híbrida de costumbres , prácticas y usos , cuyo sincretismo será un desafío para el futuro en la sociología política , en el derecho y en la forma de hacer justicia , pues no primarán los criterios de la justicia ordinaria , sino que se renovará con visiones mestizas .
Esta interculturalidad obligará a nuevos parámetros en la educación , trasformará a los docentes , o los excluirá si no asimilan los cambios sociales y culturales . Esta educación será un reto para la teoría de los derechos humanos que incluye el debate ética-derecho , la asunción de valores individuales y colectivos en su conceptualización , pero ubicada en cada caso concreto . Reto que demandará lecturas necesitadas del estudio de una “ subjetividad ” encarnada todos los días en actitudes , en enfoques y maneras de ver el mundo y de relacionarse diferente con el conjunto de ciudadanos de aquel país que acoge a los extraños , a los extranjeros .