N º 175 Abril de 2011 empresarios, aunque su saber diste mucho del conocimiento milenario.
De otro lado, la formación universitaria que reciben los jóvenes
Partitura para una meodia embera-chamí, Resguardo Cristianía, suroeste antioqueño
indígenas no corresponde ni al universo simbólico ni al sistema cognitivo de su cultura. Todo lo contrario, los obligamos a descreer y a despreciar sus propios conocimientos. Los avergonzamos por partida doble. Es decir, o los excluimos de la universidad o los colonizamos en la universidad. El número de estudiantes indígenas en las universidades colombianas no es masivo ni realmente representativo, teniendo en cuenta que hay sesenta y cinco lenguas indígenas vivas. La
razón es muy simple: el examen de admisión se realiza en un idioma europeo, y si se me permite decirlo en un tono más provocador, tal examen se elabora en el idioma de los invasores de sus territorios. Ellos, que son herederos de los legítimos dueños del continente, hoy asesinados por la Conquista, la Colonia, la República y la globalización, han sido reducidos a parias en su propia casa. Están obligados a pagar peaje para transitar por las tierras que antes fueron suyas y que después del grito de