Agenda Cultural UdeA - Año 2010 OCTUBRE | Page 14

ISBN 0124-0854
N º 170 Octubre de 2010 una comprensión social y cultural de nuestro pasado . En ese contexto aparecieron investigaciones renovadoras que condujeron a la creación de los estudios profesionales de historia en las universidades y exigió a las academias de historia , fundadas desde la última década del siglo XIX , una mayor rigurosidad en sus análisis y elaboraciones . La historia se asumió a partir de entonces como una práctica de investigación que debía nutrirse de las ciencias sociales y a la vez como un recurso para enriquecerlas . 2
La historia cultural , como género historiográfico , explora no sólo las manifestaciones “ oficiales ” o “ formales ” producidas en una sociedad ( artes , literatura , filosofía , etc .), sino además las expresiones populares , episódicas o cotidianas , como las fiestas , las creencias o las tradiciones . Por este motivo , no puede ser considerada como un apartado más de la historia general que indaga sobre determinadas temáticas . La historia cultural estudia hechos , tópicos , ideas o creaciones en una perspectiva diferente a la historia política ; lo hace buscando las relaciones entre distintos órdenes de poder ( no sólo político-estatales ) y los modos en que las personas y las organizaciones a las que pertenecen perciben el mundo en que viven y el mundo ( o los mundos ) en que creen ; entienden su sociedad , interpretan los hechos y construyen sus comprensiones , normas y condiciones de existencia . Así , no prescinde del ambiente subjetivo de opiniones y
creencias , temores y saberes , dentro del cual se forman las significaciones que determinan el comportamiento social de las personas ( Daniel , 2005 : 18-22 ).
Desde la perspectiva del filósofo norteamericano John Dewey , es concebida como una historia de experiencias puestas en situación , cuyos resultados no proporcionan ninguna norma o verdad :
[ Estos estudios ] ponen a su disposición un recurso al que no puede renunciar ninguna sociedad moderna : el de la continuidad histórica , que no es un caso de mera sucesión cronológica ni de encadenamiento serial de datos , sino un hecho experiencial que se hace realidad cuando , al toparse con el interés de las preguntas de actualidad , las experiencias del pasado cobran significado para quienes se interrogan por las consecuencias del presente , es decir , por el futuro . Además , cuando las circunstancias lo propician , los resultados de los estudios históricosculturales pueden proporcionar estímulos para hacer más consciente la experimentación con ciertas problemáticas políticas , sociales o culturales al transmitir experiencias situadas en contextos ( Ibíd .: 73 ).
Como propuesta teórica , la historia cultural no tiene en sí una metodología o una determinada teoría constitutiva que enmarque un rumbo definitivo para afirmar que tiene un estatuto de cientificidad que lo respalde . De ahí que las concepciones trabajadas por académicos como Carlo Ginzburg ( noción de cultura popular y concepto de circularidad ), Michel Foucault ( discurso , juegos de poder , verdad ),