ISBN 0124-0854
N º 163 Marzo 2010
El nuevo documental.
Formas contemporáneas de representación de la realidad
Alejandro Cock Peláez
Amuy pocos sorprende hoy hablar o ver representada la subjetividad, la autobiografía o las historias familiares en el documental cinematográfico. Y es que este modo audiovisual ya hace varias décadas se viene liberando de las pesadas cargas que el realismo cinematográfico y la clásica objetividad periodística le impregnaron durante gran parte de su historia, permitiendo una profunda renovación del discurso cinematográfico en general y, de manera muy profunda, de lo que hasta hace muy poco se había considerado como“ el documental”.
La verdad, la objetividad, el realismo han sido bajadas de su intocable pedestal, tanto desde las prácticas artísticas, como desde las teorías postmodernas, obligando a replantear los discursos, las temáticas, la estética, la recepción y las propias instituciones documentales. Éstas se apartan tanto del modelo documental clásico como del modernista, especialmente
del omnipresente cine observacional norteamericano que tanta influencia tuvo en la televisión y las salas de cine en todo el mundo.
Dentro de la gran variedad de propuestas que conviven actualmente, se pueden identificar algunas características en el documental contemporáneo, como son la intervención directa o“ performativa” del director, la autorreflexión, la duda sobre la verdad y la capacidad de representación de la imagen y de las historias mismas; los textos vacilantes, poco autoritarios, personales y ensayísticos, la mezcla sin escrúpulos de ficción y realidad y de imágenes y recursos heterogéneos, entre otras. Es un cine que siembra y cosecha nuevas formas donde se entrecruzan elementos reales con estrategias propias del cine dramatizado, la observación con la intervención, la reexaltación de los elementos expresivos o la deriva hacia lo ensayístico, derribando una a una las barreras que lo separaban de las