ISBN 0124-0854
N º 163 Marzo 2010
Saber de cine: primero hay que desaprender
Charles Chaplin, Tiempos Modernos, 1936
Santiago Andrés Gómez
En un artículo sobre el cine silente norteamericano, publicado por la revista Cine, de Focine, a principios de los ochenta, el difunto crítico bogotano Hernando Salcedo Silva se quejaba de cierto tipo de personas que cree que el cine nació cuando ellos vieron una película por primera vez. Esa forma de arrogancia a la que alude Salcedo no es poco común, pero lo que uno debería preguntarse es por qué la queja, en qué podría perjudicar tal ceguera a quienes
vemos las cosas de otro modo, o a cualquiera. Entonces nos responderíamos tal vez que no hay razón para la molestia, que no puede haber otro más afectado sino quien se mantiene en su error. La cosa, sin embargo, es distinta. Usualmente, y no es de ahora, los medios de comunicación son manejados por personas del corte expuesto por Salcedo, personas que jamás se tomarán el trabajo, o no tendrán la dignidad, de someter sus criterios bajo la lupa no de otra, sino de su propia inteligencia.