ISBN 0124-0854
N º 166 Junio de 2010 de sus canciones, con el pasar de los años, terminarían convertidos en mitos que, aún hoy, recorren las calles de pueblos y ciudades, como testimonios tangibles de la existencia de un verdadero contador de historias.
La noticia de la presencia de Rafael Escalona en Plato se regó como chisme nuevo; de todas partes comenzaron a aparecer curiosos que querían conocer en persona al hombre que estaba revolucionando la música de acordeón con sus composiciones. Sin embargo, y aunque todos los ojos estaban puestos en él, los del coqueto personaje encontraron un solo destino: Carmencita Alfaro, hermana de César, quien se encontraba presente en la parranda que se ofreció para dar la bienvenida a tan particular visitante.
Carmen Alfaro
“ Él comenzó a improvisar y todos los que estaban ahí comenzaron a aplaudir y Escalona se emocionó y recuerdo cuando cantó ese verso que dice:
La hermosa joven despertó el interés del compositor, quien de inmediato enfiló toda su artillería hecha canción hacia los oídos de Carmencita. De manera improvisada, pidió a Pacho Rada, reconocido acordeonero de la región, que lo acompañara con una melodía. De su boca salieron disparados versos que apuntaban directo al corazón de la joven. Así lo relata Carmen Alfaro, sentada en una mecedora, 60 años después de aquel encuentro:
Les diré a los vallenatos Que Carmen es la sirena Que nació del Magdalena Para embellecer a Plato
Había un corredor grande y ahí se fue acomodando la gente, que yo recuerde había cinco acordeoneros. Y también comenzaron a llegar las muchachas que querían ver a Escalona de cerquita”.