ISBN 0124-0854
N º 166 Junio de 2010
Carmencita
Alfaro: la mujer que Escalona convirtió en mito
Carmen Alfaro en su juventud
Cuando Rafael Escalona visitó por primera y única vez a Plato, Magdalena, en julio de 1948, la música vallenata o música de acordeón, al igual que otros géneros, había logrado penetrar en muchos municipios ubicados en las riberas del río Magdalena. Su visita se produjo después de aceptar una invitación que le hicieran, entre otros, Rogelio Peña, Rafael Díaz, Otto Cortina y César Alfaro, jóvenes oriundos de este municipio y compañeros de estudio en el Liceo Celedón en Santa Marta.
Antonio Rodríguez Marenco
Para la época, el nombre de Rafael Escalona era conocido en buena parte de la región debido a sus composiciones, en las que narraba lo cotidiano de su pueblo, las vivencias de sus amigos, y sobre todo sus declaraciones de amor a las mujeres que le robaban la atención, que en realidad eran muchas.
Escalona se había convertido en el cronista musical de la provincia del Valle de Upar y sus alrededores. Lo que hasta ese momento nadie dimensionaba, ni siquiera él mismo, era que los personajes protagonistas