Agenda Cultural UdeA - Año 2010 JULIO | Page 8

ISBN 0124-0854
N º 167 Julio de 2010
Imágenes y objetos del pasado
Los legados materiales de la Independencia fueron producidos y apropiados por las élites para recrear su propio lugar como fundadores de la patria. Y al reconstruir sus orígenes seleccionaron quiénes eran dignos de memoria y qué era de buen gusto. Las pinturas y los dibujos perfilaron las imágenes— en una época en que no había fotografías— con las cuales representamos escenarios, hechos y personajes del pasado. Algunos personajes fueron dibujados sobre marfil, en miniaturas que permitían que el recuerdo se llevara en el seno o en el bolsillo. Otros fueron inmortalizados en piedra o bronce para adornar los cementerios y las plazas de nuestras ciudades. También existen objetos, reliquias si se quiere, que han llegado hasta nosotros como testimonio de los muertos: vestidos, dibujos, banderas, monedas, medallas, cuadros alegóricos y hasta mechones de pelo. Imágenes y objetos del siglo XIX han sido una referencia permanente para las representaciones estandarizadas de la Independencia en los siglos XX y XXI.
Símbolos patrios y comunicación cotidiana
La historia patria quedó inscrita en el territorio por medio de nombres de estados o departamentos, ciudades, plazas y calles. En la primera mitad del siglo XIX las calles de Bogotá y Medellín fueron nombradas como las naciones hermanas, los héroes y las batallas de la Independencia( Perú, Pichincha,
Lucas González, Chispero, José María Carbonell, 2009, digital.
Bolívar, etc.) y configuraron un espacio privilegiado de pedagogía cívica de la patria. Inscrita en placas, planos o documentos, la nomenclatura es apropiada en la vida y la comunicación ciudadanas. Billetes y monedas republicanos circularon de manera intermitente y fragmentaria durante el primer siglo de vida independiente. Pero sólo después de la creación del Banco de la República, en 1923, los héroes y heroínas republicanos llegaron a ser moneda de cambio en la vida cotidiana. Entre manos, bolsillos, carteras y cajas, estos pequeños símbolos del poder y la riqueza han acelerado la difusión de los clichés de la historia colombiana. Algo similar, aunque en miniatura, ocurrió con las estampillas de las cartas que viajaban por Colombia y el mundo, transportadas como imágenes del pasado a través de automóviles, barcos, trenes y aviones. También encontramos