ISBN 0124-0854
N º 167 Julio de 2010
Palabras para la patriota olvidada
Judith Nieto López
Segunda Compañía del Regimiento de Milicias Disciplinadas con sede en Popayán, y doña Joaquina Aizpuru y Sierra, una criolla quiteña. Fue bautizada bajo la costumbre católica en Amaguaña, pero su partida de nacimiento no fue asentada ni en las parroquias de Quito, ni en las de los alrededores. Cincuenta y nueve años después ella sucumbió ante la peste, insignia izada de la muerte que ataca la garganta y entumece la palabra. Nadie la lloró, sólo las olas del mar que vieron llegar su cuerpo escribieron un epitafio de agua y le dieron el adiós.
Tecla Walker, Retrato de Manuelita Sáenz, copia de acuarela de Marcos Salas, Casa Museo Quinta de Bolívar, Bogotá.
M
anuela Saénz nació el Día de los Santos Inocentes de 1797 en San Francisco de Quito, y murió el 23 de noviembre de 1856 en el olvidado puerto de Paita, al norte del Perú. Llegó al mundo sin complicaciones físicas, pero con el estigma social de ser la hija extramatrimonial de don Simón Sáenz de Vergara y Yedra, quien se desempeñara como teniente de la
Así fueron el comienzo y el final de la vida de quien fue halagada por su hazaña patriota y condenada por atreverse a incursionar en la vida pública, también por amar al Libertador Simón Bolívar, acogida por los integrantes del ejército libertador, perseguida por Santander y el gobierno de Bogotá a fines de julio1830, y con orden de expulsión de Bogotá firmada por don Lorenzo Lleras, el 13 de enero de 1834. En abril del mismo año es desterrada; infortunio que padece al igual que su padre y el Libertador. En adelante, muchas serán las voluntades que se opondrán a que una puerta se abra para la heroína peregrina. Más de