ISBN 0124-0854
N º 162 Febrero 2010 historia que sabemos hace tiempo: que los gobernantes y los políticos están untados hasta el tuétano con los negocios de la mafia”, y agregaba:“¿ y nos van a seguir martillando con el asunto?” Sin embargo, recientemente en Colombia se asiste a una fascinación por el mundo mafioso recreado por piezas telenovelescas y afirmado por el rating que las series de los canales privados han obtenido: parece que en este país preocupara menos cómo la mafia ha terminado insertándose en el Estado, transformando la institucionalidad y dirigiendo los destinos colectivos, que ver la opulencia y las excentricidades de los capos, los lugartenientes y sus mujeres que atrapan la atención de todos los televidentes, dejando de lado los excesos y sevicia con que han cometido sus crímenes, así como la relación con periodistas, políticos y altos funcionarios públicos. Y es que, como diría Roberto Saviano, autor de Gomorra,“ La mafia parece moda, mientras el Estado es obsoleto”( Revista Semana: abril de 2009).
Podríamos preguntarnos si estas series de televisión, así como las numerosas películas que han abordado este tema, contribuyen a esa necesaria mirada en el espejo para asumir una conciencia crítica sobre la realidad vivida. Ello bien podría ser objeto de otro artículo, pero la pregunta que nos asalta es si en Colombia no sólo se asiste a la configuración de una“ cultura mafiosa”, sino también a una cultura política que, a la manera de caja de herramientas, se va cargando cada vez más de insumos, instrumentos, prácticas, símbolos y costumbres legados por los mafiosos y su mundo, que parecieran ser más fáciles de aprender que los tan anhelados republicanos valores cívicos.
Por supuesto, se trata de una cultura política mafiosa que no sólo se construye, aprende y expresa en las altas instancias de los político( elecciones, congreso, leyes), sino en los históricos arreglos de élite y en la institucionalidad formal con los“ jefes” de la mafia, tan denunciados hoy día en los noticieros y ambientados en las series de televisión. Una cultura política mafiosa que también se construye,