ISBN 0124-0854
N º 172 Diciembre de 2010
ellos un indio es un idólatra que venera falsamente la cruz , o en todo caso alguien que no acumula méritos , no comprende los misterios de la Santa Religión , y ni siquiera sabe bien a bien de apostasías . No . Un indio es la sombra que la mirada no fija , el esclavo sin rostro , la esclava nada más poblada de orificios . Un indio es un indio , la piedra que no sube , ni recibe consideraciones .
Francisco Toledo en : Monsiváis , Carlos , Nuevo Catecismo para indios remisos , México , Ediciones Era , 1999
Qué le queda a un pobre sino ser profano
“ Era nuestra herencia una red de agujeros ...” ¡ Qué frase tan sabia ! Quien la escribió era un experto . Si lo sabré yo , un indio , que mira cancelados los caminos del ascenso en estas tierras que fueron de sus antepasados . Todo se les da a los españoles o , en el orden de las compensaciones menores , a los criollos . Pero yo , hijo de este lugar por generaciones , no puedo ser virrey , ni oidor , ni obispo , ni capellán del ejército , ni confesor , ni nada . No me corresponderán jamás empleos y prebendas .
Sólo me queda un camino , y póstumo : el de la santidad . Y aun esto me es vedado . Ellos , los dadores de canonjías y elevaciones , tienen a orgullo ignorar a fondo la índole de nuestra devoción porque nunca nos ven de cerca . Para
Ya se lo he dicho a mis compañeros de reverencias ante el altar : a ellos les da igual si invertimos la vida en letanías , si memorizamos los rezos en ese latín que nunca entenderemos , si distinguimos el uso detallado de los símbolos . En el fondo nos siguen calificando de eternos bailadores ante Tonantzin . Allí están los padecimientos estudiados por mí con tanto ahínco : los del venerable Juan Emiliano , que dilapidó su existencia atendiendo desahuciados y consolando a leprosos y víctimas de la peste . Hoy , Juan Emiliano , que deseó compartir las alturas con el Señor , agoniza , roído por el hambre y la enfermedad , en una cueva sellada . De su noble vida y de su renunciamiento queda una idea vaga y peligrosa : el indio contaminado . Lo encerraron para que no se disperse el mal y es todo lo que de él les importa .
Ahora estoy seguro : Juan Emiliano anduvo por el camino equivocado . Fue sincero y no pensó ni en el riesgo ni en el método . No analizó la estrategia de la santidad , y prefirió el ascetismo y el exponer su carne al dolor ajeno . Yo no he cometido tamaño error . Aprovechando el carácter invisible de mi raza — nos ven sin vernos , nos oyen sin atendernos — soy un especialista en genealogía y orografía de la santidad , he memorizado los hechos probables e improbables de la virtud extrema , y tengo trazada mi Geografía de la Gratitud , los sitios de las apariciones y