ISBN 0124-0854
N º 164 Abril de 2010
Poeta de la tierra … poeta de la acción …
Empecinado, a pesar del dolor, en sostener entre las manos y la garganta la afirmación, que no se entrega nunca, sobre la dignidad humana. Defendiendo el derecho de todos los hombres a vivir sobre su propio suelo, a ganarse su pan, a amar y ser amados, a poblar el mundo con sus raíces; y las bocas que arrastran a las bocas en un interminable y bello río de sangres jóvenes y limpias, de ardorosos deseos y de los gestos y los actos de los hombres y las mujeres que humildemente nacen y gravitan en torno de la vida y de la muerte.
Así lo dijo en una bella dedicatoria a Vicente Aleixandre:
“ Vicente: a nosotros, que hemos nacido poetas entre todos los hombres, nos ha hecho poetas la vida junto a todos los hombres. Nosotros venimos brotando del manantial de las guitarras acogidas por el pueblo, y cada poeta que muere, deja en manos de otro, como una herencia, un instrumento que viene rodando desde la eternidad de la nada a nuestro corazón esparcido. Ante la sombra de dos poetas, nos levantamos otros dos, y ante la nuestra se levantarán otros dos de mañana. Nuestro cimiento será
siempre el mismo: la tierra. Nuestro destino es parar en las manos del
Orihuela, 14 de abril de 1936
pueblo. Sólo esas honradas manos pueden contener lo que la sangre honrada del poeta derrama vibrante. Aquel que se atreve a manchar esas manos, aquellos que se atreven a deshonrar esa sangre, son los traidores asesinos del pueblo y de la poesía, y nadie los lavará: en su misma suciedad quedarán cegados. Tu voz y la mía irrumpen del mismo venero. Lo que echo de menos a mi guitarra, lo hallo en la tuya. Pablo Neruda y tú me habéis dado imborrables pruebas de