ISBN 0124-0854
N º 164 Abril de 2010 de lo grave, de lo lento, de lo que va madurando desde el silencio oscuro.
“ Duro y suave son los primeros calificativos que recibe la resistencia de la materia, la primera existencia dinámica del mundo resistente”. 1
“… parecería como si la materia tuviera dos seres: su ser de reposo y su ser de resistencia. Encontramos al uno en la contemplación, al otro en la acción”. 2
Miguel Hernández, no sólo por su destino como hombre de campo, de labores, de sensibilidad natural es un poeta de la tierra, también lo es porque su poesía es profunda, lentamente amasada entre los dedos de la vida, llena de savias que trae de lo hondo, de aromas que se cuecen en el interior de innumerables asuntos que lo asaltan.
Su poesía es una voz profunda, sus raíces vienen del hondo territorio de la experiencia humana. Canto del cuerpo, testimonio de un alma. Palabra en crecimiento que nos llama para hacernos partícipes de los asombros cotidianos que nos buscan por todas partes. El dolor, la esperanza, el amor, la soledad, las
1 BACHELARD, Gastón, La tierra y los ensueños
de la voluntad, México, Fondo de Cultura Económica, 1994, p. 27.
2 Ibíd., p. 55.
manos de los hombres, el inventario ― dotado de sentido ― de las cosas que nos rodean, lo que amamos temblando, lo que tememos, la abierta herida que nos deja el combate cotidiano para alcanzar y sostener la libertad, por la que vale la pena y la alegría caminar por las ciudades y los campos, por las encrucijadas y los valles, sosteniendo con avidez nuestro destino humano.
Porque la poesía también es un destino, un destino como pastorear las cabras de los montes, como moler el trigo, como arañar la tierra …
Miguel Hernández … a quien le llaman barro sus adentros. Miguel Hernández nacido como el toro para el luto … Miguel sobre la tierra, entre los animales y la grama, olfateando, tocando, susurrando … Miguel hecho de rayos y tormentas, nacido para la rebelión y para el llanto. Para mirar las manos encallecidas de los hombres, y las plantas de niños que se hunden como raíces en la tierra en procura de su amargo sustento. Esperanzado y triste. Derrotado y viril en sus combates. Lúcido y sensitivo en sus imágenes que brotan de una emocionada inteligencia que piensa poéticamente, que transgrede y crea realidades que hieren, porque nacen de un hondo conocimiento de nuestra condición humana.