Agenda Cultural UdeA - Año 2010 ABRIL | Página 17

ISBN 0124-0854
N º 164 Abril de 2010
Como si fuera poco, su compromiso social y su afinidad política lo han llevado a viajar a Rusia para asistir al V Festival de Teatro Soviético y se ha casado con Josefina Manresa, su novia modista de Orihuela, quien le dará dos hijos; el primero, Manuel Ramón, que morirá de sólo diez meses de edad; y el segundo, Manuel Miguel, que nace en 1939 y tendrá que crecer sin su padre.
En 1938 Miguel está a sólo cuatro años de su trágica muerte, le falta por escribir el Cancionero y romancero de ausencias, uno de los más intensos y conmovedores libros de poesía amorosa, y una treintena más de poemas para completar su obra.
El escenario en que estos años transcurren es la España de la Guerra Civil que estalla en 1934 y se extiende hasta 1939. El enfrentamiento se da entre los republicanos( clase media democrática, liberales, progresistas, socialistas, obreros, comunistas, sindicatos y pueblo llano), que estaban en el gobierno legítimamente constituido, contra los conservadores, apoyados por la iglesia, los grupos oligárquicos de terratenientes, industriales y financieros, además del ejército, los grupos carlistas y la falange fascista. Este enfrentamiento desgarrará completamente el tejido social de España.
En 1936 Franco llega al poder, concentra en sí mismo todas las fuerzas de derecha y lanza la falange contra todos aquellos a los que se considera enemigos o posibles amenazas. En 1938 los fascismos italiano( Mussolini) y alemán( Hitler) dan un apoyo efectivo a la derecha española. Pero ya antes( el 26 de abril de 1937) la fuerza aérea nazi ha bombardeado a la población civil de Guernica. La guerra aún no se inclina a favor de la derecha, los cruentos combates se suceden continuamente regando a España de sangre. El triunfo de Franco llegará en marzo de 1939.
Lorca ha sido fusilado en 1936; Hernández había buscado su amistad y reconocimiento, pero Lorca se ha mostrado distante, e incluso hostil; sin embargo, en El hombre acecha, Miguel le rinde homenaje dentro del poema“ Llamo a los poetas”, donde dice:“ Ahí está Federico: sentémonos al pie / de su herida, debajo del chorro asesinado, / que quiero contener como si fuera mío / y salta, y no se acalla entre las fuentes”.
Ante los ojos de Hernández una condición violenta del ser español se ha revelado y el poeta reclama:“ Siempre fuimos nosotros sembradores de sangre”. Miguel, como cualquier poeta auténtico, no puede hacer otra cosa que escribir