Agenda Cultural UdeA - Año 2010 ABRIL | Page 11

ISBN 0124-0854
N º 164 Abril de 2010
1934, además, un año de torrencial producción: Silbos, Imagen de tu huella, El rayo que no cesa, El silbo vulnerado.
Me llamo barro aunque Miguel me llame. Barro es mi profesión y mi destino que mancha con su lengua cuanto lame.
Hijo último de Góngora, benjamín de la Generación del 27, y primogénito de Quevedo, primicia de la Generación del 36, suspendido entre la tradición de Aleixandre y la renovación de Neruda. 1936, el asalto a la República lo sorprende en el frente popular:“ Vientos del pueblo me llevan, / vientos del pueblo me arrastran, / me esparcen el corazón / y me avientan la garganta. // Si me muero, que me muera / con la cabeza muy alta. / Muerto y veinte veces muerto, / la boca contra la grama, / tendré apretados los dientes / y decidida la barba. / Cantando espero a la muerte, / que hay ruiseñores que cantan / encima de los fusiles / y en medio de las batallas”. 1937, militante comunista, publica Viento del pueblo. 1937, entre marzo y diciembre, todo confuso, todo inseguro, todo postrero, menos el vientre de Josefina, en el que crece lo claro, lo seguro, lo primero, Manuel Ramón:“ Menos tu vientre, / todo es confuso. / Menos tu
vientre, / todo es futuro / fugaz, pasado / baldío, turbio. / Menos tu vientre, / todo es oculto. / Menos tu vientre / todo inseguro, / todo postrero, / polvo sin mundo. / Menos tu vientre / todo es oscuro. / Menos tu vientre / claro y profundo”.
Me llamo barro aunque Miguel me llame. Barro es mi profesión y mi destino que mancha con su lengua cuanto lame.
1938, la guerra avanza y a su paso todo lo arrasa: es el triunfo de la muerte, la victoria del odio, la liquidación de la esperanza:“ El odio se amortigua / detrás de la ventana. // Será la garra suave. // Dejadme la esperanza”. 18 de julio de 1936 a 18 de julio de 1938:“ Es sangre, no granizo, lo que azota mis sienes. / Son dos años de sangre: son dos inundaciones”. Es la orgía de la sangre:“ Sangre de acción solar, devoradora vienes, / hasta dejar sin nadie y ahogados los balcones. // Sangre que es el mejor de los mejores bienes. / Sangre que atesoraba para el amor sus dones. / Vedla enturbiando mares, sobrecogiendo trenes, / desalentando toros donde alentó leones. //(…) // Sangre donde se puede bañar, la muerte apenas …”. Entre 1937 y 1939, El hombre acecha.