ISBN 0124-0854
N º 164 Abril de 2010
Barro es mi profesión y mi destino que mancha con su lengua cuanto lame.
Miguel Hernández, Orihuela, la misma de Ramón Sijé,“ con quien tanto quería”, octubre 30 de 1910: hijo de cabrero, nacido para desbravar el barbecho:“ Carne de yugo, ha nacido / más humillado que bello, / con el cuello perseguido / por el yugo para el cuello. // Nace, como la herramienta, / a los golpes destinado, / de una tierra descontenta / y un insatisfecho arado. // Entre estiércol puro y vivo / de vacas, trae a la vida / un alma color de olivo / vieja ya y encallecida. // Empieza a vivir, y empieza / a morir de punta a punta / levantando la corteza / de su madre con la yunta. // Empieza a sentir, y siente / la vida como una guerra / y a dar fatigosamente / en los huesos de la tierra. //(…) // Trabaja, y mientras trabaja / masculinamente serio, / se unge de lluvia y se alhaja / de carne de cementerio. //(…)// Cada nuevo día es / más raíz, menos criatura, / que escucha bajo sus pies / la voz de la sepultura”.
Me llamo barro aunque Miguel me llame. Barro es mi profesión y mi destino
que mancha con su lengua cuanto lame.
Veintiún años ininterrumpidos en su campo alicantino marcarán indeleblemente, con su tierra dura, con su aire enrarecido, con su fuego abrasador, con su agua abierta, soportando las mordeduras de la pobreza infame, su sino poético: gritarle a la vida el deseo de ser feliz, reclamárselo cual derecho y, sin embargo, responder ella con desgracia. 1931, Madrid: el bofetón de hacerse a una existencia más digna y con mayores alternativas. De nuevo, entonces, la naturaleza oriolana. 1934, otra vez Madrid. Su zurrón está equipado ya con Perito en lunas, además de casi dos centenas de poemas no incluidos en el volumen. 1934, también, aparece Josefina Manresa, su alma es desafío, su boca, provocación:“ Boca que arrastra mi boca: / boca que me has arrastrado: / boca que vienes de lejos / a iluminarme de rayos. // Alba que das a mis noches / un resplandor rojo y blanco. / Boca poblada de bocas: / pájaro lleno de pájaros. //(…) // Hundo en tu boca mi vida, / oigo rumores de espacios, / y el infinito parece / que sobre mí se ha volcado. //(…) // Boca que desenterraste / el amanecer más claro / con tu lengua. Tres palabras, / tres fuegos has heredado: / vida, muerte, amor. Ahí quedan / escritos sobre tus labios”.