ISBN 0124-0854
N º 158 Septiembre de 2009
Para mostrar la barbarie en el escenario hay que ser bárbaro también. Por cuánto tiempo, no sé. Pregunten al ángel de la historia. El secreto de las energías negras tiene algo que ver con Shakespeare. Y me gusta ser bárbaro en el escenario. Muchas veces el ser humano es muy malo: soy un ser humano. A pesar de ser bárbaro en el escenario, me gusta reír y hacer reír porque la risa es lo propio del hombre. Además, no busco forzosamente un sentido en la vida y en el mundo, que siempre son diferentes de lo que imaginamos. El creador del universo, si existe, no es forzosamente ordenado. Al lado del orden está el desorden y soy feliz de que sea así. Además, cuando actúo, lo serio me sale cómico: en esto no soy lo que tal vez piensan mis compañeros argentinos: el hermanito espiritual de Heiner Müller.
Experiencias
Por razones diversas, el destino me hizo vivir más tiempo fuera de Alemania que adentro. En cierto modo, soy también un producto de mestizaje cultural. En mi cabeza hay una torre babilónica que me tortura muchas veces; me cuesta oír a través de los murmullos mi propia