ISBN 0124-0854
N º 158 Septiembre de 2009
impulsos , las fuerzas pueden ser nombrados y analizados , somos seres pensantes , es nuestra condición . Pero es también nuestra condición la de sentir que el lugar de origen de estos mismos impulsos y fuerzas es de materia oscura , una ínfima pizca de la materia oscura del universo . Quiero volver al momento de mi nacimiento , cuando abrí los ojos a la luz , antes del primer grito , quiero empezar de nuevo . No puedo . Por esto hago teatro . Y cada vez más con el afán de hacer algo legible pero no forzosamente interpretable .
Herencias
Nací en Alemania en 1946 en medio de las ruinas . Es un privilegio pesado haber nacido en un país donde el proceso histórico del siglo xx fue llevado al paroxismo más total , a tal punto que la nada se volvió dimensión histórica , algo que no es representable ni en palabras ni en imágenes , ni en actos escénicos . La historia explotó y no cabe en ninguna cabeza . Esta impotencia frente a lo no representable me irrita hasta hoy — tal vez porque soy todavía lo que fui antaño : un niño juguetón — como me irritó lo que dijo más tarde en la universidad uno de mis profesores : después de Auschwitz ningún poema es posible . Paradójicamente , esta impotencia irritante me impulsó a escribir poemas . Hasta hoy encuentro mis imágenes , mis escenas y mis palabras en la sinergia de una irritación cuyas fuentes no son nada racionales , y del deseo racional de entender algo de un mundo que se sustrae a mi entendimiento . La tensión entre la irritación y el deseo de entender hace nacer mi trabajo . Más tarde , leyendo los escritos de los surrealistas franceses y La estética de la resistencia de Peter Weiss comprendí lo constitutivo de esta fuente . Y sé que en esta tensión se refleja como un eco lejano la vieja tensión entre lo dionisíaco y lo apolíneo de la tragedia griega .
Y otra cosa me movió : las ruinas , los escombros de mi ciudad natal que fueron mi primer terreno de actividad . Jugando con los trozos experimenté con el mundo . Miré con placer y horror los testigos polvorientos del pasado , y con la mirada polvorienta construí y destruí cosas , soñé un futuro de esperanzas y horrores . Más tarde , supe que esta mirada tenía algo que ver con la mirada del ángel de la historia . Lo leí en la obra de Walter Benjamin . Sin embargo , sé que la mirada del ángel no es un don del genio artístico ni un privilegio de intelectuales críticos . Corresponde más bien a una vivencia compartida por muchos seres que no son artistas o intelectuales ; que encontré sobre todo en estos países del llamado tercer mundo , donde la crisis global del planeta se manifiesta más claramente que en Europa . Me dan esperanza . En Alemania se palabrea mucho sobre dicha postura , pero pocos la adoptan . Es