N º 155 Junio de 2009
ISBN 0124-0854
N º 155 Junio de 2009
Vela un arcángel tras cada zarza tuya, y una escala de Jacob se tiende cada noche para el hombre que duerme en paz sobre tu suelo. Otra escala sutil es para él, el humo rosa del tabaco que le alegra las siestas y le aroma de sueños el camino. Para el hombre hay en ti, isla clarísima un regocijo de ser hombre, una razón, una íntima dignidad de serlo. Tú eres por excelencia la muy cordial, la muy gentil. Tú te ofreces a todos aromática y graciosa como una taza de café; pero no te vendes a nadie. Te desangras a veces como los pelícanos eucarísticos, pero nunca, como las sordas criaturas de las tinieblas, sorbiste sangre de otras criaturas. Isla esbelta y juncal, yo te amaría aunque hubiera sido otra tierra mi tierra, pues también te aman los que bajaron del septentrión brumoso, o del vergel mediterráneo, o del lejano país del loto. Isla mía, isla fragante, flor de islas: tenme siempre, náceme siempre, deshoja una por una todas mis fugas. Y guárdame la última, bajo un poco de arena soleada... ¡ a la orilla del golfo donde todos los años hacen su misterioso nido los ciclones!
* Dulce María Loynaz( La Habana-Cuba, 1902-1997). Desde 1919 empezó una larga carrera de publicaciones de sus versos y textos, posteriormente recogidos en títulos como Jardín( novela); Crónicas de ayer, Entre dos primaveras( artículos); Últimos días de una casa( narraciones) y Versos, Jardín, Juegos de agua, Un verano en Tenerife, Poemas sin nombre, Poesías escogidas y Bestiarum( poemas). En 1993 recibió el Premio de Literatura Miguel de Cervantes Saavedra. Con este poema, que publicamos en Agenda Cultural, respondió Dulce María a la solicitud de Silencio roto.