Agenda Cultural UdeA - Año 2009 JULIO | Page 5

ISBN 0124-0854
N º 156 Julio de 2009
conocimiento. Proponen en el documento publicado por la NASA crear en la Luna sitios seguros para almacenar apropiadamente un“ backup” de información crítica; inicialmente sobre la vida en el planeta, pero eventualmente sobre nuestra cultura y lo que hemos aprendido con muchas dificultades en lo que llevamos de vida como especie. Con suerte, este mismo artículo puede quedar atrapado en alguna esquina en un disco óptico de ultra alta capacidad, y ser transportado a la Luna en el futuro. ¡ Este será seguramente mi único chance de viajar hasta allá!
El negocio de la Luna. No sé si el lector habrá oído o leído sobre algunas empresas o individuos que ya tienen vendida, o comprada, buena parte de la Luna. Hay que estar atento, porque puede ser que con los ahorros de toda una vida, cualquier persona podría hacerse a una parcelita llena de regolito lunar— y de Titanio por cierto— que les permitiría a sus tataranietos vivir cómodamente en el futuro. Aunque esto suene a chiste flojo, la verdad es que una de las ideas incluidas en la particular lista, preparada por la NASA, concibe la explotación comercial de la Luna. Pero bueno, no es ningún pecado aprovechar lo que se sabe y se puede hacer para que otros lo compren. La pregunta real es si, aparte de los bienes raíces, otra actividad comercial se podría desarrollar en la Luna. Las“ ideas de negocio” van desde la venta de la energía generada en nuestro satélite por los medios descritos antes, la comercialización de productos minerales explotados in situ, hasta algunos menos obvios, pero abundantemente presentes en la literatura y en el cine de ficción, como el turismo.
La Luna para todos. Una de las ideas más altruistas de todas, por lo menos desde mi punto de vista, es la de hacer verdaderamente pública la exploración humana futura de la Luna. Es casi del todo seguro que, durante largo tiempo, transportarse hasta nuestro satélite natural será sólo tarea para pocos. Como sucede ahora con la Antártida, las primeras comunidades que habitarán la Luna estarán formadas por investigadores, científicos o emisarios comerciales y políticos, pero el resto de los seres humanos permaneceremos aquí, esperando a que se realicen todos los sueños que contiene el documento de la NASA. Transcurrido un tiempo suficiente, se crearía una robusta infraestructura de comunicaciones Tierra-Luna( otra de las ideas incluidas en la lista) que permitiría dar acceso directo al gran público a las actividades realizadas en nuestro satélite. Los humanos podríamos presenciar a distancia, e incluso involucrarnos“ virtualmente”, en las actividades que se desarrollarían allí. Así como hoy podemos ver lo que está pasando, justo ahora, en la Plaza Roja de Moscú usando cámaras web situadas estratégicamente allí y una conexión a Internet, en la Luna podrían instalarse también dispositivos de registro para que desde la Tierra, en escuelas, universidades, o en la casa, los demás seres humanos pudiéramos estar al tanto de lo que ocurre allí. Usando la misma infraestructura de comunicaciones, seres humanos corrientes, y otros no tanto, podrían incluso operar instrumentos u observar su entorno a voluntad desde la comodidad de nuestro planeta. Las transmisiones desde la Luna podrían usarse para inspirar, desde la más temprana edad y en la escuela, a los futuros científicos, líderes y empresarios,