ISBN 0124-0854
N º 156 Julio de 2009
Pero ahora mi señor es inflexible . El cielo nublado , el vino y su poder en la tierra lo han vuelto un rey que no hace concesiones . Me ha dicho que el observatorio que me ha permitido construir con los fondos del reino es un puente entre el cielo y la Tierra y que solo quiere lo que venga de los ojos que se elevan al cielo y vaticinan , no lo que surja de esa otra mirada dirigida hacia la Tierra , mantenida con mi inicua paciencia ante el fuego de la alquimia en la que busco la transmutación de las sustancias y tal vez de los hombres .
Mi rey no entiende la unidad entre el cielo y la Tierra ; no adivina , como aprendí de mi maestro Trismegisto , que lo de arriba es como lo de abajo , que las simpatías que gobiernan el mundo pueden también adivinarse bajando la mirada hacia la simple , humilde , y desconocida materia de las cosas . Tal vez su espíritu envejece .
“ Al menos — me ha dicho con suave deferencia — dadme una señal que venga a la vez del cielo y de la Tierra ”.
En esta noche sin estrellas aún crepita bajo nosotros en el laboratorio , ante la claridad del alba que ya se anuncia , el fuego que alimenta , que exalta y transforma los metales en mis crisoles .
Dame Dios , a través de los astros o las sustancias , una leve indicación del Orden que nos comanda .
****************************************
E ’ pur si muove
Para Guillermo Pineda
La abjuración de Galileo , última etapa del juicio después del cual fue confinado a su Villa en Arcetri , se
realizó el 22 de junio del año 1633 . Una leyenda apócrifa cuenta que al salir del tribunal pronunció la