Agenda Cultural UdeA - Año 2009 FEBRERO | Page 4

ISBN 0124-0854
N º 151 Febrero de 2009
Sin huella no hay ética de la responsabilidad , porque si la acción no trae consecuencia , invalida cualquier idea de compromiso de cara al futuro . Lo que hago en televisión es del orden de la exhibición : sólo vale en el marco del medio , se sitúa al margen del mercado social del valor . Entonces ya no operan los valores sociales . No compromete , me exime de responsabilidad y me saca de toda lógica de la acción . No imperan los valores al uso y ya no choca el escándalo ( lo que es de cariz accidental ): ya no hay ni valores estéticos ( bello versus feo , desbancados por lo freak ) ni éticos ( bueno versus malo , suplantados por lo performativo , la capacidad de crearse una imagen por los medios que sea ), ni siquiera morales ( dignidad , recato , honor , integridad se borran y dejan paso a códigos de sustitución : la competencia práctica , el valor de uso del medio , la capacidad de desenvolverse en él ), ni tampoco valores simbólicos ( en cuanto al estatus de veracidad de la realidad ), lo que rompe con el pacto de verosimilitud que une espectador y realidad representada .
El simulacro impera y también lo que podríamos llamar lo increíble . ¿ La televisión como nueva expresión de lo virtual ? La televisión , en todo caso , como huida hacia adelante , que a menudo deja la realidad atrás ...
La televisión ha llegado a ser un mundo de relaciones “ líquidas ” ( Bauman ) donde se diluyen las categorías , en particular las que fundan la representación moderna ― realidad versus ficción ― con inquietantes derivas hacia lo grotesco . De ahí la moda de lo “ friki ” ( freaky ) como estética de la deformación , atracción hacia lo cutre , lo estrafalario , fascinación por lo monstruoso ( freak en inglés ).
¿ Habrá que concluir que se ha salido de la realidad ? Y que , frente a la carencia de lo real , a su dilución , fabrica su propio antídoto , una realidad ex profeso , que se complace en lo especular y lo hiperreal y procede mediante una licuefacción de las identidades .
“ Bienvenido al desierto de lo real ”, decía Morfeo en Matrix , frase premonitoria que podríamos adaptar así a la postelevisión : Bienvenido al desierto de lo hiperreal ...
* Gérard Imbert es Doctor de la Universidad de Paris-Sorbona , donde además ha sido profesor titular ; es catedrático de Comunicación audiovisual de la Universidad Carlos III de Madrid . Ha publicado , entre otros , los libros : El Zoo visual . De la televisión espectacular a la televisión especular ( Barcelona , Gedisa , 2003 ) y El transformismo televisivo ( Madrid , Cátedra , 2008 ). El artículo que incluimos aquí fue publicado en El País de España el 11 de enero de 2008 .