ISBN 0124-0854
N º 157 Agosto de 2009
Es verdad que hasta hace poco había un importante argumento en contra de la expansión masiva del libro digital y a favor de la conservación del tradicional . Esta objeción consistía , no solo en aquello que podríamos llamar el aspecto romántico del libro , a saber , la experiencia visual y táctil del papel , el olor de la tinta del libro nuevo , unidos a la carga emocional que , después de siglos de uso del libro , le poníamos a éste , sino también , y de manera muy importante , en una característica física del libro electrónico y de la tecnología que le servía de soporte , que acababa por apartar de él a un buen número de lectores , a saber , que todo libro digital se leía , en última instancia , sobre una pantalla de computador ( ya se tratara de la pantalla grande colocada sobre una mesa , ya de los lectores más pequeños de un laptop o de un computador de mano , de un “ asistente digital personal ” o pda , de un ipod , iphone , u otro teléfono celular ), pero la pantalla , dadas sus características físicas , inducía por necesidad la fatiga en el lector , pues la luz de fondo de ésta ( el backlighting que llaman , con uno de tantos anglicismos corrientes ) era la encargada de servir de soporte de las letras negras del texto , y la permanente sumisión del ojo a su brillo causaba fatiga . Por otra parte , estas mismas condiciones significaban que no era posible leer en condiciones de luz de día plena . Pero desde hace varios años existe una tecnología que sólo requería tiempo y trabajo para madurar , la llamada tinta electrónica ( Electronic Ink ), que suprime por completo aquel efecto fatigante y ha hecho posible la producción de máquinas para la lectura de libros electrónicos que no fatigan al lector y permiten una experiencia prácticamente igual a la que se tenía con el libro de papel . Ya se venden en el mercado varias versiones de lectores basados en este principio , como el Kindle de Amazon . com y el E — Reader de Sony , que pasan en la actualidad por ese proceso de masificación con efecto de bola de nieve tan típico de los desarrollos tecnológicos de nuestra época . Esta tecnología le da a cualquier lector potencial la ventaja de tener acceso inmediato a estos libros , que se descargan de la Internet en cuestión de minutos y se archivan en la máquina lectora , al lado de otras múltiples obras , lo que le permite a su dueño llevar consigo una biblioteca ambulante y realizar una lectura no fatigante , disponible en cualquier ambiente , a la manera del libro tradicional , pues ya no requiere complejas situaciones de iluminación ambiental . El nuevo libro electrónico se puede leer en el campo , a la luz del sol o debajo de un árbol , o sentado en el tren camino del trabajo , lo mismo que bajo la lámpara preferida , en el ambiente cálido de la sala de la casa . Podemos repetir con él la experiencia que tantas veces hemos disfrutado en el pasado , de leer , durante un agradable fin de semana en casa , la novela más reciente . Este libro electrónico va a convertirse con rapidez en el modo de lectura normal , incluso para quien solo se interesa por el último best seller . El éxito que las nuevas formas están alcanzando en países de mayor desarrollo que el nuestro garantiza que su llegada hasta nosotros sea solo cuestión de tiempo , y de bien poco por cierto .
Pero la evolución no se va a quedar allí . El libro electrónico tiene la enorme ventaja de permitir la integración de múltiples elementos multimediales , adicionales a la palabra escrita . En un libro electrónico resulta fácil integrar fotografías , videos , música e hipervínculos que nos lleven a otras partes de la misma obra o a obras diferentes y nos permiten cambiar nuestro modo de leer . Si tengo