Agenda Cultural UdeA - Año 2008 NOVIEMBRE | Page 23

ISBN 0124-0854
N º 149 Noviembre 2008 persistentes , las pérdidas económicas que sufrieron mantienen a muchas de ellas en la indigencia y el despojo , la ausencia definitiva de los seres queridos , cubiertos a su vez por el manto de la duda sobre una supuesta culpabilidad que los habría hecho merecedores de esa suerte , es mucho más difícil de aceptar ; las heridas físicas , y a veces incapacitantes , están allí para recordar , día a día , las circunstancias de su lamentable situación y las memorias individuales no obedecen mecánicamente a una orden de perdón o a un mandato de reconciliación . Para que empiecen a sanar de alguna manera las heridas morales de las víctimas , es necesario que la sociedad y el Estado reconozcan a las víctimas como actores sociales que deben ser resarcidos , reivindicando públicamente su dignidad , recordando sus nombres y los lugares donde murieron , compensándolos , no sólo por los daños físicos y mentales , sino también por los haberes e ingresos perdidos ; asumiendo la rehabilitación económica , física y sicológica a que diera lugar y ofreciéndoles alguna satisfacción en el sentido de que los victimarios tengan alguna sanción jurídica , memorial e histórica ; si esto no ocurre , las heridas morales de las víctimas y de las sociedades sufrientes se encargarán de mantener climas prebélicos , estados de guerra cuasi permanentes , una paz inestable , frágil y armada que prolongará el conflicto en el futuro .
No obstante , quienes piensan que las memorias entrañan riesgos , que los deseos de venganza continúan al acecho , que a partir de la puesta en público de los relatos y las narraciones de las víctimas se puede conducir a las sociedades a quedarse fijadas en el pasado o a proyectarlo al futuro como repetición , tienen algo de razón ; de allí la necesidad de darle un sentido y una orientación política y ética a los duelos públicos , a las palabras de las víctimas , a la reconstrucción memorial e histórica de los sucesos trágicos del pasado pues las palabras pueden ser también armas de guerra y las memorias tienen muchos usos ; entre ellos justificar moralmente la violencia propia , los ataques preventivos o la defensa privada frente a un enemigo real o imaginario . [...] Algunas notas incidentales para terminar La memoria colectiva , configurada mediante la realización de los duelos públicos , debe tener la virtud de invertir los procesos históricos de las sociedades ; se trata de un viaje al pasado pero no para quedarse fijados el él sino para proyectarse hacia el futuro con lo que se aprendió sobre la guerra y sus desastres ; es decir , los duelos colectivos , cuando ellos sean posibles , deben tener una intención pedagógica orientada a cambiar comportamientos sociales , prácticas políticas , estrategias culturales , nociones dicotómicas de buenos y malos con el propósito de remediar lo remediable y darle espacio al despliegue de nuevos ordenes