ISBN 0124-0854
N º 149 Noviembre 2008 varias naciones que habían sufrido el flagelo de las guerras iniciaron el incierto camino de la recuperación de la memoria colectiva y del reconocimiento político de las víctimas en Europa , Asia y América Latina , con independencia de los tiempos en los que hubiese ocurrido el desastre de la guerra : casos como el de las investigaciones sobre torturas , maltrato a los prisioneros y desaparecidos en la Guerra Civil Española ; los tribunales penales internacionales para los genocidios extremos de origen estatal como los de Yugoslavia y Ruanda ; la exigencia de apertura de archivos y rectificación histórica de la guerra de descolonización de Argelia de 1954 a 1962 que involucraba a la nación francesa . iii En América Latina , el tema de las víctimas y de la memoria histórica surgió en los años setenta del siglo anterior , a propósito del colapso de las dictaduras en el Cono Sur y Centroamérica , con el nombramiento de tribunales y comisiones de la verdad y la reparación tales como la Comisión Nacional de Desaparecidos de Argentina , que dio como resultado el “ Nunca más ” ( 1983 ); la Comisión Nacional de la Verdad y la Reconciliación en Chile ( 1990 ); la Comisión de la Verdad en El Salvador ( 1993 ) y la de Esclarecimiento Histórico de Guatemala ( 1994 ), esta última acordada en las negociaciones de paz en Oslo que puso fin a la confrontación , y , más recientemente , la Comisión de la Verdad , la Justicia y la Reconciliación en Sudáfrica : iv
Estos procesos que tuvieron lugar en muy diferentes escenarios nacionales fueron proyectando una nueva imagen de las víctimas como actores primarios de las guerras , como personas de carne y hueso ; individuos , pueblos , estamentos , grupos sociales o étnicos cuyos derechos fundamentales habían sido conculcados por los actores armados , incluidos los del propio Estado y por tanto deberían tener reconocimiento y derecho a la verdad , la justicia y la reparación . En otras palabras : en la guerra y en la paz , en el conflicto y en el posconflicto , apareció un nuevo actor , con perfil e identidad propios , un sujeto del cual no era posible prescindir en adelante . Las víctimas llegaron para quedarse y su dolor y sufrimiento , sus pérdidas materiales y simbólicas , sus errancias y destierros ; las heridas morales infringidas de manera directa o indirecta por los avatares de los conflictos armados , pasaron a tener un lugar central en la vida pública de las naciones . Los investigadores sociales han convertido el tema de las víctimas en campo de estudio y reflexión ; ellas forman parte hoy de las agendas públicas de organismos nacionales e internacionales y su condición se convirtió en un problema prioritario para la gestión de los órdenes políticos con pretensión democrática . Si bien la presencia de las víctimas en lo público significó un avance importante en la humanización y la deslegitimación de las estrategias bélicas para solucionar conflictos