ISBN 0124-0854
N º 143 Mayo 2008 pocos iniciados podían llegar a entender de forma intuitiva con una observación atemporal y no sometida a ningún espacio físico concreto .
El arte minimalista , pasado y presente Pocas veces sucede que el arte surja del espacio vacuo de la teoría . Como cualquier otra corriente que se precie de auténtica , el minimalismo fue también un producto de su tiempo y reflejó consciente o inconscientemente , al igual que lo hiciera el pop art , la realidad cambiante de Estados Unidos en los años sesenta .
Pasada la década de 1950 , con su mojigatería y la caza de comunistas consecuencia de la guerra fría , había llegado el tiempo de cambios decisivos en la sociedad y en la política . Con la elección de John F . Kennedy como presidente , el clima de renovación en 1961 obtuvo uno de sus mayores símbolos . Tanto la discriminación por razón de raza y las desigualdades económicas , como la igualdad de sexos o el tema de la homosexualidad fueron cuestionadas por primera vez en la conciencia de amplios sectores de la sociedad , que así empezaron a discutir esas cuestiones públicamente . Las diversas “ organizaciones de liberación ” evadían cada vez más el control estatal , se hacían oír por la opinión pública en manifestaciones y establecían sus objetivos sin ambigüedades , al menos sobre el papel . Eso sucedía con el telón de fondo de la
prosperidad económica de Estados Unidos a principios de los años sesenta , la época del capitalismo de la producción en serie y del consumo de masas ; asimismo , la televisión se convirtió en un medio totalmente efectivo para hacer publicidad de los nuevos productos ante el gran público .
Si bien es cierto que los artistas reaccionaron de muy diversas formas ante esas transformaciones , también lo es que sólo los menos permanecieron impasibles . Mientras que el pop art integraba la iconografía banal de la sociedad de consumo en el arte , el arte minimalista se servía de materiales prefabricados industrialmente y trasladaba a la abstracción el principio de producción divisorio del trabajo en cadena . Andy Warhol llamó a su estudio “ Factory ” y se dedicó a reproducir obras por el método de la serigrafía mientras que Donald Judd hablaba del arte como “ una cosa después de la otra ”.
Con esa recepción de la lógica de la producción en serie industrial , el pop art y el arte minimalista asumieron los cambios de la sociedad de consumo del capitalismo tardío y desdibujaron el abismo entre la cultura de élite , mimada institucionalmente , y la cultura de masas tan a menudo despreciada y considerada vulgar . Aunque el fenómeno no siempre tenía propósitos conscientemente críticos , bien es cierto que constituyó un cambio de paradigmas irreversible para el arte . La concepción del artista como un genio