ISBN 0124-0854
N º 145 Julio 2008
De la moral y las guerras contemporáneas
Wilmar Arley Martínez Márquez
I
La escritura de este ensayo me presentó al inicio cierta dificultad, pues hablar de moral en la guerra parece, a todas luces, una contradicción. La moral, en una definición de cualquier principio de la moralidad, considero que la causa de esta degradación tiene que ver con premisas eminentemente morales. laxa, prescribe qué se debe hacer, a partir de unos principios desde los cuales se define lo justo e injusto y, como consecuencia, también se prohíben ciertas acciones y se premian otras. La guerra, por el contrario, lo permite todo. Por ello se afirma comúnmente que“ tanto en la guerra como en el amor todo vale”.
En efecto, las guerras de nuestros días se caracterizan porque no son, como las de la modernidad, guerras entre Estados, sino conflictos donde el Estado apenas sí aparece como una de las partes en contienda. La violencia, que antes era privilegio del Estado, se ha diseminado o concentrado en las manos de otros sujetos: grupos étnicos, separatistas,
Esta dificultad inicial se convirtió en atractivo al pensar que las guerras actuales tienen, en sus motivaciones de origen y en el alto nivel de crueldad que alcanzan, una absolutización revolucionarios, contrarrevolucionarios, religiosos, o en coaliciones de Estados. Todos estos actores han cambiado la dinámica de las guerras y su destino. moral. Es decir, contrario a la opinión general
que ve en la suprema degradación de las guerras de nuestro tiempo una negación total
Ahora las guerras no se desarrollan a partir de una previa declaración de la iniciación de la