Agenda Cultural UdeA - Año 2008 FEBRERO | Page 5

ISBN 0124-0854
N º 140 Febrero 2008
D. Rafael María Merchán y D. José Manuel Marroquín, que leyeron todo el manuscrito, encontraron aquello poco menos que detestable. Tal es la historia de Frutos de mi tierra. Casi estoy de acuerdo con estos dos maestros. En verdad que a esa obrilla, por más que haya gustado, le concedo muy poco mérito artístico. De tener alguno, será, probablemente, como documento literario, por ser esa la primera novela prosaica que se ha escrito en Colombia, tomada directamente del natural, sin idealizar en nada la realidad de la vida. Y digo que la primera, porque Manuela, si muy hermosa, meritoria y realista, es más bien un estudio de costumbres que de caracteres, amén de estar inconclusa.
podría parecerme: tengo idea altísima del arte, muy baja de mis facultades, y conozco los grandes autores. Si he publicado y publico es porque me pagan, y no muy mal, relativamente. Soy, pues, una pluma alquilada y como a tal se me debe apreciar. Al cuarto poder tengo qué agradecerle. Verdad que algunas veces, por rencillas o antipatías personales, o por rivalidades del oficio o porque así me lo merezca, se me ha
Después he publicado tres novelas extensas, varias cortas, algunos cuentos y muchísimas chilindrinas, a guisa de crónicas, que llaman ahora. El año próximo pasado publiqué, en El Espectador de Medellín, una serie de cuadros rústicos y urbanos, alternados, con el título de Dominicales, que por ser enteramente regionales, agradaron bastante en esas Beocias. Nada de lo que he publicado— fuera de ¡ Salve, Regina!— me parece bueno. Mal
Casa de Juan Bautista Naranjo en Santo Domingo, primer residencia de Carrasquilla( Tomada de levy, Kurt. Vida y obras de Tomás Carrasquilla, Medellín, Bedout, 1958, p. 321).
tomado el pelo, a pesar de mi calvicie; se me ha insultado y hasta se han escrito libelos contra mí; pero también se me han prodigado muchísimos elogios que estoy muy lejos de merecer. Si agradezco lo uno, no me quejo de lo otro ni por ello me amilano. Quien le salga al público, en cualquier campo, está expuesto a todo. Debe tener, por ende, el valor y la sangre fría que para ello se requiere.