Agenda Cultural UdeA - Año 2008 DICIEMBRE | Page 17

ISBN 0124-0854
N º 150 Diciembre 2008
Jorge Bayona Posada 8.
Con alma vida y sombrero / Acepto sin vacilar / La invitación a cenar / Que nos hace un caballero / En el orbe sin tercero, / Pues tiene como segundo / Al grande amigo Raimundo /-el postre santqfereño-- / que sabe alegrar el ceño / con su talento fecundo. / Luis Augusto Cuervo? 9
Querido José María: / Enterado del q ¡ iaco, / Pienso cepillar el saco, / para que luzca aquel día. / Supongo que habrá alegría / Mucha historia y mucho seso, / ¿ Chistes? No faltará de eso / Pues yendo Guerra Joaquín / La fiesta no tendrá fin, / Si es fiesta de Valdivieso / Colega y amigo. / Roberto Cortázar 10.
El agasajado escribió sobre el origen del plato varias coplas de las cuales extraemos lo siguiente:
Mas si es nativo ma,!/ ar / El rgiaco referido, / y sólo fue conocido / Por los chibchas en su hogar, / Sería lógico afirmar / Que era ignorado en España / Cuando realizó la hazaña, / De la conquista de un mundo / Ya que esto es error profundo / ¡ Voy un brindis de champaña! 11
Los invitados, pertenecientes todos a la Academia de Historia, llegaron muy
puntuales y la casa estaba ya organizada para el almuerzo, se utilizaron dos habitaciones con una mesa de doce puestos cada una, los cuales ocuparon los veinticuatro comensales. No faltaba la música de fondo para la agradable tertulia.
Se usaba en esa época, y era de muy buena educación, servir en sopera de plata con un cucharón enorme del mismo material. Sentados a la mesa se disponían los platos hondos, y una persona del servicio pasaba repartiendo la sopa. Muy completo estuvo el ajiaco, con mazorca, aguacate, alcaparras y crema de leche, acompañado de pan y algo de repostería.
Como postre se acostumbraba preparar dulces de frutas; el más famoso era el dulce de mora, el de breva o guayaba, otras veces preferían el arequipe o el arroz de leche, pero, sin duda, el más sabroso era el helado de curuba.
" Pasé delicioso " fueron las palabras del historiador Cortázar cuando regresó del convite mencionado a su casa, como a las seis de la tarde, recuerda su hija con regocijo 12.
Al otro día toda la ciudad se había enterado del histórico " almuerzo.