Agenda Cultural UdeA - Año 2008 AGOSTO | Page 16

ISBN 0124-0854
N º 146 Agosto 2008 der Rohe , Le Corbusier y otros maestros de esta época , nada hace pensar que sus creadores tuvieran en consideración al usuario como a alguien con una biomecánica propia y digna de tener en cuenta . Estas estrellas de la arquitectura del siglo XX eran incultos profundos si los comparamos con el Miguel Ángel que le estudiaba las tripas a su cliente para entenderlo mejor : lo primero era el cliente ; después el objeto que se hacía para el cliente . Las estrellas del siglo XX nunca mostraron interés por el cliente ni por su cuerpo , ni por su alma ; todo su interés se centró en el objeto : como si fueran ingenieros incultos y primitivos , deshumanizaron el objeto industrial , pero a la vez , lo adoraron .
El ejemplo más llamativo que yo conozco de lo que es la adoración de sillas modernas es el del museo de Weil am Rhein , que expone sillas de las que llaman “ de autor ”, sillas creadas por los ya citados maestros y por otros “ diseñadores ” que llevan fama . Pues bien , en ese museo está prohibido sentarse ; hay que contemplar la silla como se contemplaría una escultura . Imaginemos que en un museo de pintura estuviera prohibido mirar los cuadros : el disparate sería análogo .
Si bien después de la Primera Guerra Mundial la silla entra en un periodo muy oscuro , también es cierto que antes , desde mediados del siglo XVIII hasta finales del XIX , el asiento “ de estilo ” alcanzó niveles de mucho mérito biomecánico : por eso hemos dicho que en el
palacio de Luis XV la gente tenía , para sentarse , algunas poltronas que merecen nuestro respeto y nuestra admiración biomecánica y que no carecen , por ello , de lo que los artistas llaman “ un estilo inconfundible ”.
También durante el siglo XIX la gente que podía se sentaba como Dios manda . En los cuadros de dicha centuria que representan escenas caseras de ambiente burgués , casi siempre podemos admirar posturas sanas , incluso cuando aparece alguien trabajando en labores de bordado o escribiendo en una mesa . Parece como si la Primera Guerra Mundial hubiera acabado con una postura sedente que no hacía daño a nadie para imponer una cultura del sentarse contra natura . La silla “ funcional ” es un objeto desustanciado .
Antonio Bustamante Serrano es arquitecto de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona , ergónomo y prevencionista . Docente universitario y consultor , ha publicado , además del libro del cual extractamos el presente texto ( Sentarse como Dios manda , Medellín , Editorial Universidad de Antioquia , 2007 , pp . 31-36 ), las obras : Diseño ergonómico en la prevención de la enfermedad laboral ( 1995 ) y Mobiliario escolar sano ( 2004 ).