ISBN 0124-0854
N º 136 Septiembre de 2007 quienes preparan los alimentos y sirven la mesa. Los hombres mayores o el esposo, reciben y atienden mediante la conversación. La atención referida a la mesa no se reduce al transporte de platos, vasos, cubiertos y copas. Existe una atención detallada, un tipo de cuidado, de conversación no verbal, de asistencia, característico del contexto doméstico donde se toman los alimentos. Servir el té, poner el pan, retirar los platos y agregar el agua, mientras se está reclinado sobre las rodillas, concede decencia, respeto y mutuo re-conocimiento entre quienes participan de los alimentos. Esta característica se percibe tanto en las mesas servidas en los contextos domésticos como en los tekkes.
Los tekkes son lugares donde hombres, mujeres, jóvenes y ocasionalmente niños se reúnen para sus encuentros religiosos. Allí, habitualmente, recitan juntos plegarias acompañados con instrumentos musicales. En la mitad del encuentro se ofrece una comida para todos los asistentes. En este caso, debido al buen número de individuos, se disponen manteles y se sirven las guarniciones en bandejas o menajes. Tomar en común los alimentos no hace parte en sí del encuentro religioso; sin embargo, hace parte de las acciones y situaciones compartidas por los asistentes. Luego de consumir los alimentos, las plegarias continúan.
Pero sí existe una ocasión en la cual un alimento hace parte integral de una práctica religiosa: el Kurban, el sacrificio. A mediados de enero se con-memora el acontecimiento donde los musulmanes“ más pudientes” sacrifican un cordero y reparten su carne entre familiares cercanos y creyentes de escasos recursos. Durante los días previos al sacrificio, se instalan“ ferias esporádicas” en diferentes lugares de las ciudades donde se venden centenares de corderos. La carne se reparte cruda y es preparada con una acentuada disposición. De igual manera, existe un alimento que, si bien su consumo no se inscribe en una práctica religiosa en particular, ni hace parte de la dieta alimentaria, recibe usos y disposiciones particulares: zem zem, agua traída de las peregrinaciones a La Meca. Esta agua
proviene de la fuente que yace en el cubo en torno a la cual circunvalan los peregrinos. Guardada en recipientes plásticos, zem zem llega al lugar donde el fiel creyente inició su peregrinación.