ISBN 0124-0854
N º 136 Septiembre de 2007
decepcionaría profundamente que no hubiera en ella sultanes y harenes . No obstante , también es cierto que los sultanes y los harenes son parte de la tradición cultural turca y sería un disparate negarlo . La injusticia de los que critican a autores como Pamuk por “ escribir para turistas ” es palmaria pero también contradictoria porque asimismo le acusan de usar la Historia como marco para narraciones que podrían haber ocurrido en cualquier otro momento y lugar . Conviene recordar la idea de Murat Belge de que para ser universal hay que ser local y eso aquí significa decepcionar inevitablemente a quienes esperen encontrarse con su idea previa de lo que debe ser o debería ser un país en el que la religión que profesa la inmensa mayoría de sus habitantes es el Islam .
Fasto del palco imperial
Si esa es la situación de la lengua , otro tanto ocurre con la cultura . A los que residimos en Turquía nos resultan bastante curiosas las expectativas de los turistas , quizá porque olvidamos las que nosotros teníamos , y su posterior decepción . Uno viene a Estambul queriendo ver camellos y el país de Sherezade y se encuentra con calles como las que podrían verse en Madrid o Bogotá salvando ciertas diferencias más atribuibles a la desidia del ayuntamiento que al supuesto carácter oriental de la ciudad . Afortunadamente , los tour operadores sabrán darnos lo que buscamos . Pero , ¿ qué ocurre con la literatura ? Si leo una novela de un autor turco me
La eterna idea de Turquía como un país entre Oriente y Occidente no deja de ser otro tópico , exceptuando los motivos puramente geográficos , y no está muy alejada de la afirmación de que el otomano era una mezcla de turco , árabe y persa . Pues , ¿ qué son las culturas sino el resultado de los posos que han ido dejando diversas corrientes y tendencias ? Decepcionarse porque sus autores son demasiado europeos es tan poco crítico como tacharles de orientalistas . Excepto los emigrantes o los hijos de matrimonios mixtos , nadie se halla entre dos culturas . Ésa es una de las razones por la que me parece tan poco acertado aplicar análisis postcoloniales a la