Agenda Cultural UdeA - Año 2007 MARZO | Page 9

ISBN 0124-0854
N º 130 Marzo de 2007 apoyó su fusil contra la frente del joven que la miraba con los ojos incrédulos del pavor, y disparó. Las cabezas estallaron como manzanas verdes. Arrojaron los cadáveres al agua. Lentamente, a tropiezos, se los llevó la corriente. El segundo grupo chillaba y maldecía a los guerrilleros pero los mataron igual. Alinearon los últimos tres soldados, obligándolos a quedarse quietos, y la mujer apuntó el fusil contra la sudorosa frente del primero y apretó el gatillo. Sonó un clic. Nadie se rió. La mujer examinó el arma, desconcertada, y la recargó mientras los soldados lloraban histéricos, implorando que no los mataran. Apoyó de nuevo el fusil contra la frente del primer muchacho y disparó. Los tres cayeron en el estruendo. Después de unos segundos, el último comprendió que aún estaba vivo. El cráneo de su compañero había explotado en su cara pero la bala no lo alcanzó a tocar. Mantuvo los ojos cerrados, aguantando la respiración, consciente de que la masa caliente y viscosa que escurría por sus párpados, nariz y labios, eran los sesos de su amigo. En medio de un extraño silencio, sintió que le revisaban los bolsillos y le quitaban las botas. Luego, que lo alzaban de los hombros y de los pies, y fue arrojado al río con los demás. Se dejó arrastrar por la corriente, flotando boca arriba en la noche sin estrellas, y en cuanto pudo se aferró a un tronco que lo llevó varios kilómetros río abajo. Al final, braceó despacio hacia la ribera cubierta de maleza, y salió gateando del agua, exhausto, chorreando lodo y lágrimas, con los
dientes castañeteando. Miró a sus costados, cauto, y se introdujo descalzo en la espesura de la selva. Fue el único sobreviviente.
* Juan Carlos Botero. Bogotá, 1960. Estos dos epífanos, como él los ha denominado, aparecieron en su libro Las semillas del tiempo( Bogotá, Planeta, 1992), que será próximamente reeditado por Planeta. Ha publicado las novelas La sentencia y El arrecife( Planeta, Bogotá, 2006), y el libro de cuentos Las ventanas y las voces. Algunos de sus cuentos han sido incluidos en importantes antologías nacionales e internacionales. Es uno de los invitados que estarán en Medellín el 21 y el 22 de marzo de 2007. Con el término epífano, Juan Carlos denomina las ficciones cortas, en prosa, que develan hechos o instantes significativos en sentido humano.