ISBN 0124-0854
N º 130 Marzo de 2007 derecho ; ubica al mono , lo fija en la mira y aprieta el gatillo . El estruendo levanta una algarabía de aves y el mono da un volantín en el aire y se precipita a tierra , azotando las ramas . Escuchan el golpe seco contra el suelo . La proa se vara y alza en el barro y el cazador salta a la orilla y vadea entre la alta maleza . Encuentra al mono al pie del árbol . Está vivo . El hombre levanta de nuevo el rifle , pero se detiene . Sentado , el mono se pasa la mano por el hombro herido y examina sus dedos negros y arrugados , bañados en sangre roja y brillante . Su expresión de incredulidad es casi humana . Como si no comprendiera , vuelve a pasarse la mano por el hombro y la retira untada de sangre . La mira , confundido . El cazador vacila antes de disparar .
La ejecución
Los guerrilleros llevaban días huyendo en la selva . De los veinte involucrados en la emboscada quedaban quince . Estaban agotados , y sabían que faltaba una semana más de penosa marcha . Acamparon a la orilla de un río en el ocaso . Esa misma noche enfrentaron la situación : los nueve soldados capturados entorpecían la retirada y no tenían provisiones para alimentarlos . Al final de una breve discusión , decidieron fusilarlos . Condujeron a los soldados al borde fangoso del río con las manos amarradas a la espalda . En la oscuridad parecían niños asustados . Para ahorrar municiones , resolvieron liquidarlos en grupos de tres . Alinearon los primeros , muy cerca uno detrás del otro . Los muchachos , con los uniformes desgarrados y mugrientos , no parecían entender lo que estaba pasando . Una guerrillera se paró delante del primer soldado ;