ISBN 0124-0854
N º 133 junio de 2007
El señor de Thulé
Por Claudia Ivonne Giraldo Gómez
La última vez que lo vi fue en televisión cuando concedía una entrevista ; y una frase que dijo en esa ocasión me sigue inquietando dolorosamente en este tiempo en que ya no está , definitivamente : como solía hacerlo en los últimos años , Mario le respondió , contundente y resuelto al periodista , sin dar mayores explicaciones , que él no tenía amigos . Más que por la frase , por el tono y por el gesto , entendí su soledad y supuse su desencanto . Sin embargo , ese hombre que con los años se había vuelto solitario y un tanto hosco , parco en el hablar hasta
llegar a ser lacónico , había sido años atrás , uno de mis mejores amigos .
Lo conocí a mediados de los años setenta cuando yo todavía estudiaba bachillerato . Mario tenía , además de una familia numerosa , una industria propia , Industrias Maro , detrás de la calle Colombia , por la 68 . Allá me invitó nuestra amiga común , Emma Lucía Ardila o Malú , como él le decía . Estaba sentado ante su escritorio desde donde atendía , con ese trato franco que revelaba su práctica de la buenagentura , a sus empleados y operarios . Al frente , su máquina de escribir y los cerros de hojas escritas de la novela en la que entonces se