Agenda Cultural UdeA - Año 2007 JUNIO | Page 10

ISBN 0124-0854
N º 133 junio de 2007
Tampoco mujer salvo en los escarceos con Fela . En cada vez que salí de allá , para volver , paré al otro lado del río para mirar la casa que yo mismo me hice casi entera , y el pedazo de paisaje que me cabía en los ojos . Siempre salí triste , y volví alegre . Pero cuando salí para no volver no torné la cara . Le temía a convertirme en estatua de sal , como la mujer de Lot , por no aceptar los avatares . solamente cuando ya lo tenía encerrado donde yo quería . Lo mismo son las palabras .
*** Aunque no me apego a la vida , o eso es lo que creo cuando menos , y a ratos quiero dejarla porque me carga , y tampoco quiero huesos viejos más frágiles que el vidrio , respeto empero a todo lo vivo con un respeto fanático .
Pero estaba recordando el final de la novela Don Segundo Sombra , de Ricardo Güiraldes : “ me fui como quien se desangra ”.
*** Algunos escritores hablan del “ lector ” en el cual piensan cuando escriben , para agradarlo . Salvo las cartas , que suelen ser privadas y tienen un destinatario fijo , “ el lector ” no tiene entidad , sencillamente porque no hay dos iguales , con la misma cultura , los mismos gustos , etc . El escritor no puede plegarse a todos . En su variedad son los lectores los que deben adaptarse al escritor .
Cuando escribo no pienso sino en lo que escribo , batallando con las palabras para que digan lo que yo quiero , como yo quiero que lo digan . Es toda una lucha : las palabras son esquivas , quieren desbandarse y uno las quiere unidas . Me recuerdan al ganado de Urabá cuando había que meterlo en corraleja para vacunarlo . Yo solía decir que era mío
Yendo ahora en el carro hacia Rionegro en procura de algo que mi dueña requería , una de esas lindas mariposas emigrantes , verdes , refulgentes , chocó contra el parabrisas y se desflecó contra él . ¿ Qué ruido puede causar un poco de seda verde de alas y un abdomen blando ? Pero al golpe lo sentí como a un mazazo en el alma , y me dolió desgarradoramente .
Fui y vine despacio , y entonces podía verlas y frenar para no dañarlas . Aunque son una riada inmensa , de millares de individuos , esa muerte me dolió , como las de muchas otras que pude observar tiradas en el pavimento . Me duelen doble , porque a más de ser vivas , son bellas .
*** No recuerdo si alguno haya dicho que la felicidad no es un punto de llegada , sino ir hacia él . Parece tan obvio que sí deberán haberlo dicho , aunque yo no lo recuerde . Ahora , con todo eso de hacerme mi casa de