ISBN 0124-0854
N º 134 julio de 2007 naturaleza, la noche no puede ser una resultante impensada; cada uno de los espacios, de los cruces transversales, de los tramos que lo componen, deben ser planeados con el mismo rigor con el que se piensa la ciudad diurna.
El proyecto del Paseo Carabobo, en una longitud de 4.750 metros lineales entre La Bermejala( calle 82) y el puente de Guayaquil( calle 32), uno de los más importantes de la ciudad, significa cumplir un viejo anhelo; y el diseño y realización del primer tramo entre la avenida de Greiff( 53) y la calle San Juan( 44), en una longitud de 887 metros lineales, ha sido la oportunidad de contar en nuestra ciudad con un“ espacio civilizado” donde se limita la circulación vehicular, se reduzca en forma significativa la contaminación, se refuerza la presencia vegetal, se facilita la actividad cotidiana, manteniendo la actividad económica tradicional y preservando y valorizando la calidad del paisaje y del patrimonio arquitectónico y urbano.
El proyecto, liderado por la Empresa de Desarrollo Urbano – EDU –, hace parte de un sistema mayor que pone en relación sitios clave de la ciudad y busca su articulación con los sistemas de transporte público, Metro y Metroplús. Sería conveniente analizar la posibilidad de extender el eje de Carabobo hasta la Casa Museo Pedro Nel Gómez al norte, e inclusive explorar la articulación del mismo eje, al sur, con el futuro Paseo del Río
y con la avenida de los Industriales, que con el tiempo debería ser una“ calle civilizada” con amplias facilidades para el peatón en el tramo comprendido entre Argos y la Universidad Eafit.
La implementación de este proyecto debe plantear previamente alternativas de solución a problemas de movilidad y de tratamiento de la informalidad, que son altamente sensibles para la opinión pública. Con respecto a la movilidad, el cierre del primer tramo para vehículos de transporte público y la restricción de circulación, salvo en horas de abastecimiento, para otro tipo de vehículos, es una decisión extrema que con el tiempo debe ser analizada, con la posibilidad inclusive de permitir la circulación de automóviles“ al paso” del peatón en horarios restringidos. El principio de las calles exclusivamente peatonales ha sido cuestionado hoy en día en numerosas ciudades, y evoluciona hacia uno de calles mixtas donde cohabitan peatones y vehículos livianos que circulan a velocidad reducida. El transporte público será satisfecho con anillos viales que limitarán el acceso de éste al centro fundacional de la ciudad.
El problema de las ventas ambulantes y estacionarias tendrá soluciones a partir de la localización de estos comerciantes en bazares estratégicamente ubicados que, sin embargo, deberían estar en áreas próximas a aquellas en las cuales se encuentran ubicados hoy en día, la cuales permitan una circulación de“ calle a