ISBN 0124-0854
N º 129 Febrero de 2007 los dos periódicos y el columnista serían otro asunto interesante. Por ahora digamos que este caso, sumado a la tolerancia de los medios con los juegos del cronista, que se atrevía incluso a inventar personajes para sus páginas periodísticas, muestran que entre 1935 y 1945, en la prensa colombiana logró imponerse ese fenómeno que cada vez atraía a más lectores, la Ximenidad.
Finalmente, dejamos algunas de las columnas que aparecieron en Buenas tardes, de El Espectador, firmadas por don Rodrigo de Arce. En esta muestra, puede observarse la agilidad e ingenio de Ximénez para el octosílabo, y el modo como se mezclan el ingenio y la picardía( como en ― Aquí y allá ‖, ― Criminalidad ‖, y ― Temblorcitos ‖, donde se impone el reportero travieso, con gran agilidad para plasmar en versos los hechos cotidianos) con la reflexión poética(― Canción ‖ y ― Poemita con influencia lunar y romántica ‖, donde se impone el poeta, pero en el que tampoco desaparece la actitud jueguetona, como cuando se refiere a ese ― rojo perro ‖ que es el corazón, y cuando termina reconociendo que son versos que nada tienen qué ver con los acontecimientos de
actualidad, |
pero |
que |
simplemente |
está |
cumpliendo con su ― obligación de escribir |
versos ‖): ésa es la mezcla natural que sus |
contemporáneos |
conocieron |
como |
la |
Ximenidad. |
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Aquí y allá
¡ Ay, se va a acabar el mundo! Sólo hay crímenes y asaltos, y estafas, robos, chanchullos y viejos narcotizados.
A Gonzalito Carreño le asestaron un balazo y no se sabe qué pudo ocasionar tal estrago.
Una anciana buena y pobre cayó, tornada en pedazos bajo las ruedas sonantes de un motoagente del tránsito.
El Palace y los eudistas fueron, también, estafados. Al Palace, sus bizcochos, y a los eudistas, sus santos.