ISBN 0124-0854
N º 139 Diciembre de 2007
Ardiendo con más fuegos … Animal cansado , un látigo de llamas me azota con fuerza las espaldas . He hallado el verdadero sentido de las metáforas de los poetas . Me despierto cada noche envuelta en el incendio de mi propia sangre . Finalmente , con Fedón , “ comprende que el destino no es más que un molde hueco donde derramamos nuestra alma , y que la vida y la muerte nos aceptan como escultores ”; a través de Clitemnestra concluye que “ sólo podemos bajar y no subir las escaleras del Tiempo ”, por eso mata ese recuerdo ; y como Safo adquiere la suficiente sabiduría para entender que “ el amor , en todas sus formas , no tiene nada mejor que ofrecer a las temblorosas criaturas ”.
Yourcenar como artista , cual trapecista , ejecuta su acto sobre el abismo , utilizando la literatura como red y , tal como lo afirma Michèle Sarde , la red “ se cerró sobre su grito y , como una caja de resonancia , lo multiplicó hasta el infinito ”. Con Fuegos , Marguerite Yourcenar puede por fin abandonar el laberinto .
* María Gladis Velásquez Ibarra . Egresada del Instituto de Filosofía de la Universidad de
Antioquia . Escribió este artículo especialmente para la Agenda Cultural .
Sobreviene entonces el desenlace en la tercera fase del duelo , la aceptación de los designios del Hado , de la realidad que permite una despedida definitiva y posibilita la redefinición de sí mismo . Todos en algún momento creemos poder salir del laberinto , pero la verdad es que nos encontramos siempre en él , sólo que cuando amamos , momentáneamente nos ilusionamos con la idea de haber encontrado el hilo de Ariadna que nos ayudará a encontrar la salida . Pero no , al enamorarnos ese hilo se nos enrolla en el corazón y quedamos peor que antes porque empezamos a no desear salir , encontramos amaño y , para completar el círculo de nuestra desgracia , nos acostumbramos a vivir con ese hilo enrollado en el corazón .