Agenda Cultural UdeA - Año 2007 AGOSTO | Seite 23

ISBN 0124-0854
N º 135 agosto de 2007
Preventiva de la Universidad de Antioquia, al que volvía siempre. No así a la Escuela. Hoy, como Facultad, la Escuela lleva su nombre. Y, ojalá, más que el nombre, lleve adelante lo mejor de su mensaje.
Y tampoco formaron sólo salubristas. Propiciaron también la formación de líderes sindicales. En 1981 Leonardo fue co-fundador de la Escuela Nacional Sindical en donde todavía se siguen formando obreros y conciencia obrera. Fue su primer director entre 1981 y 1983 y estuvo en su Consejo Directivo hasta 1985.
Nieto de agricultores de Jericó el uno, y de albañil y familia campesina, el otro, asimilaron que el campo de la salud era también un campo de siembras y cultivos, de abonos y cosechas. De muchas siembras y lentas cosechas. Fueron, en síntesis, sembradores. De ideas y dudas, de sueños y experiencias, de amores— lo saben muy bien Doña Cecilia, el amor y compañera inseparable de Abad desde el 16 de septiembre de 1950 hasta siempre, y Cecilia, la compañera de Leonardo desde
Sigue necesitando con urgencia la salud pública reajustes en su marco conceptual, en su cientificidad y en sus prácticas. Debe estar más cerca de los escenarios de la vida cotidiana de la sociedad y menos pegada exclusiva y nostálgicamente al medio hospitalario. Debe restablecer su rigor matemático, pero no puede seguir mirando con desprecio los esenciales aportes de las ciencias humanas y sociales. No puede olvidarse de la enfermedad, pero tiene que adentrarse mucho más en los arcanos de la vida, en los aspectos positivos de la salud y en los misterios de la muerte. Más ciencia, nuevas prácticas, más espacios. Y mucha, muchísima más vida.
• La salud pública como cultura de la salud y de la vida
1971, la madre de sus tres hijos, uno de los cuales ya no nos acompaña por esos absurdos que padecemos sin entender jamás—. Como sembrador de dudas y de ideas, reconocemos a Abad como Maestro, uno de los oficios que más amó y que mejor supo desempeñar. Como sembrador de hijos y de nietos, lo reconocemos como padre y abuelo quienes tuvieron la dicha y el orgullo inagotable de serlo. Como sembrador de proyectos y de acciones, lo reconocemos como gerente, dirigente, vicedecano o jefe de todas las