Agenda Cultural UdeA - Año 2007 AGOSTO | Page 21

ISBN 0124-0854
N º 135 agosto de 2007
Del análisis a la denuncia. De la denuncia a la lucha, y de ésta a la muerte. Fue su salud pública, la de la vida.
Hoy, cuando se reconoce en el nivel continental una crisis general de la salud pública, se acepta que su reconocimiento pasa por retomar este norte y objetivo supremo de la defensa de la vida humana y por convertirla en su idea fuerza y su razón última. Y en esto, como en muchas otras cosas, Abad y Leonardo no sólo fueron visionarios, sino también testimonios vivos. Tan vivos antes como después de la muerte.
• La salud pública como saber y como práctica Para ambos, la salud pública era un saber. Un saber de la vida, de la sociedad, del poder, de la organización y las instituciones, del acontecer colectivo, de la enfermedad y de la muerte; por tanto, no sólo médico, cuantitativo o bionatural. Era un saber múltiple, teórico y práctico, transdisciplinario y multiprofesional. Requería de la matemática y de la estadística— de la que Abad fue profesor en sus primeros años de docencia— pero las sobrepasa. Necesitaba de la sociología y de la antropología— que también enseñó— pero no se limitaba a ellas. Se basaba en la epidemiología— Abad fue uno de los primeros epidemiólogos, especie rara por ese entonces entre nosotros—, pero entendía que, a partir de ella, el trabajo apenas empezaba. Suponía la economía política
( campo en el que Leonardo incursionó desde temprano) y la historia, otra de las pasiones del Dr. Abad. Se enriquecía en el arte, se expresaba en la música, se hacía mensaje en la poesía. Por eso, los íntimos de Abad, más que médicos, lo fueron— entre otros— Castro Saavedra, Arenas Betancur y Mejía Vallejo, su paisano. Y por eso la compañía de un poema en el bolsillo de su saco al momento del asesinato:“ Ya somos el olvido que seremos...”
Un saber así requería de bases sólidas. Las adquirieron en la Facultad donde se graduaron de médicos: Abad el 19 de abril( sólo azar?) de 1948 y Leonardo en 1971. En el posgrado en Salud Pública: Abad en Minneapolis, Leonardo en la Facultad creada por Abad en la propia Universidad de Antioquia. Estas bases las desarrollaron a lo largo de todas sus vidas. Fueron siempre estudiantes, aprendices con ganas insaciables de saber siempre más.
Un saber así era también difícilmente aceptable y asimilable por el saber médico convencional, de rígidas fronteras y poder excluyente. Por eso subvaloraron y