ISBN 0124-0854
N º 131 Abril 2007 de
VI
Adagio
Hay una extraña sensación de presencia de monstruo sublime en el interior de una catedral gótica. Sólo un dios podría habitar este recinto de piedra que sube hasta el cielo; piedra hecha transparente ante la magia que crea una ojiva policromada por el vitral. Aquí la levedad del espíritu es síntesis de la talla sutil del artesano y de los elaborados y armoniosos trabajos de la luz. Dentro de esa cavidad de piedra vuelta encaje, y ante el gozoso recogimiento de nuestro interior, cada mirada es ocasión de un hallazgo; basta la calma en el espíritu para percibir que cantan en su seno los colores, que en cada recodo la piedra es insinuación más allá de sí misma. Toda su materia es anuncio del espíritu, y podría uno creer aquí que a veces la materia es sólo metáfora. Atravesado de colores ese espacio no sólo canta en silencio, también ora y se eleva. Y no hay en su elevación necesidad alguna de un dios que espere la plegaria: debería bastarnos con saber que si se ora desde la materia quizás sólo ella la reciba. metal confiere una vida secreta: oro disperso, coloide que crea el verde, ese oro que cuando sólido es amarillo; cobre diluido que allí crea el rojo. Metales diluidos son esencia del color de los vitrales; exhiben aquellos aquí su íntima, atómica, esencia. He ahí un débil comienzo de la explicación; pues la alta emoción ante la gracia íntima de la penumbra gótica es ya asunto del espíritu.
* Alonso Sepúlveda, profesor jubilado de la Universidad de Antioquia, estudió Física en la misma Universidad y realizó su posgrado en el Hunter College de Nueva York. Desde
1990 ha sido investigador del Centro Internacional de Astrofísica de la Universidad de Roma“ La Sapienza”. Es miembro de la Sociedad Colombiana de Física y colaborador permanente de la Revista Universidad de Antioquia. Próximamente, la Editorial Universidad de Antioquia publicará su libro Electromagnetismo. Los fragmentos aquí publicados fueron seleccionados, con autorización, de su obra Estética y simetrías( Medellín, Editorial Universidad de
Antioquia, 2003).
Es tal vez fácil acercarse a la magia del
vitral: se inicia ella con el vidrio al que el